Marbella: Las promotoras adeudan a las comunidades de vecinos casi diez millones de euros

SUR/Málaga* : Las arcas de muchos bloques de pisos de Marbella se están convirtiendo en las principales víctimas de la crisis. No ya sólo por culpa del vecino que deja de pagar la cuota de la comunidad principalmente por las dificultades económicas que eventualmente pueda afrontar, sino también de la promotora, que se desentiende de esta obligación ante el stock de viviendas sin vender.


La deuda de estas empresas con las comunidades de propietarios del término municipal casi alcanza a día de hoy los diez millones de euros, según datos del Colegio de Administradores de Fincas de Málaga. Y lo peor de todo, asumen las fuentes consultadas, es que se trata de una deuda que no para de crecer.
Así, no sólo los inquilinos están en el punto de mira de los administradores de finca. También las promotoras, que ante la falta de compradores no tuvieron más remedio que quedarse con la vivienda y, por tanto, incluirse en la comunidad de vecinos. Un problema que se agrava en Marbella no sólo por la crisis económica generalizada sino también por la singular situación urbanística que sufrió la ciudad hasta la reciente aprobación definitiva del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).
Se da además la circunstancia de que muchas de estas promotoras están en concurso de acreedores. «Es un verdadero problema», reconoce Juan Ruiz, miembro de la junta directiva del Colegio de Administradores de Fincas para Marbella y San Pedro Alcántara. Al final son los inquilinos quienes tienen que hacerse cargo de esa deuda de la promotora incrementando su cuota hasta doblarla no sin antes reducir al mínimo los gastos de las zonas comunes de la urbanización.
Plataformas
Así es como han comenzado a surgir plataformas vecinales afectadas por el impago de las promotoras que no dudan en presentarse en los tribunales para denunciarlas. El problema aquí es que, una vez en los juzgados, el proceso se eterniza y, por tanto, la solución no es ni mucho menos de un día para otro. El resultado es que el resto de propietarios del edificio no tiene más remedio que asumir una parte de la cuota que la promotora dejó de pagar. Todo esto agravado además por los costes que supone abrir la vía judicial, que también recaen en los vecinos.
Esas mismas estadísticas del Colegio de Administradores de Fincas de Málaga recogen que dos de cada diez inquilinos deben dinero a su vecindario y acumulan facturas de varios meses después de haber intentado primeramente sin éxito fraccionar el pago. «Sí que notamos que hay voluntad de pago, pero las familias no pueden porque los ingresos que tienen no son suficientes», asegura Ruiz. Como en el caso de las promotoras, hay una diferencia de Marbella respecto al resto de la provincia: el peso de la comunidad extranjera. De esas dos personas de media de cada diez que están dejando de pagar la comunidad, una es de fuera.
'Se vende'
Se trata de foráneos que no residen aquí y que la vivienda que compraron en su día atraídos por el boom inmobiliario está ahora en venta por problemas de liquidez. Puesto el cartel de 'Se vende', lo primero que hicieron fue dejar de pagar la cuota de la comunidad. «En Marbella se dan muchos más casos de extranjeros que de españoles», revela Ruiz, quien recuerda además que estas personas extranjeras son cada vez más difíciles de localizar para ponerles al corriente de la problemática que han creado en la comunidad si es que la desconocen.
Pedro Escalante, responsable de Administraciones Escalante, asume que en cualquier caso en esto del impago del recibo de la comunidad también hay diferencias entre las comunidades en función del presupuesto que manejen. Así, en un edificio con un presupuesto entre los 80.000 y cien mil euros, la deuda media anual de los recibos que tienen pendientes de pago los vecinos morosos asciende incluso a los 3.000 euros. Lógicamente son los edificios más humildes los que se llevan la peor parte y traen más de cabeza a los administradores, que tienen que poner todo de su parte para tapar los muchos agujeros financieros que surgen en la comunidad de propietarios. «Claro que es también un momento difícil para la profesión, pero es lo que toca; aunque debo decir que casi siempre los vecinos están por la labor de pagar», declara Escalante.
Otro administrador consultado, Jesús Martín, de Administraciones Jesús Martín, reitera que cuando el agobio económico hace presencia en algún piso del bloque, la primera víctima es la cuota de la comunidad. Una regla por así decirlo que no falla, aseguran los expertos consultados. El resultado es que cada vez resulta más difícil que las arcas municipales cumplan con el requisito legal de dejar un cinco por ciento del presupuesto como fondo de reserva.





* SUR - 13.02.10
Foto: Los campos de golf de Marberlla están rodeados de urbanizaciones con pisos sin vender. :: JOSELE-LANZA, diariosur.es

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