Crónica de una especulación anunciada

JORGE BENAVIDES SOLÍS* : El genial García Márquez, a partir de un hecho real sucedido en 1951, comienza su novela Crónica de una muerte anunciada por el final: Santiago Nasar, que tranquilamente pasea por el pueblo, “está muerto”. Todos sus vecinos lo sabían, menos él. Guardando las proporciones –faltaba más– algo parecido sucede en Sevilla siglo XXI. (Tablada)
Acerca de una especulación anunciada (Ed. Padilla 2003)
Todos lo saben, menos los ‘poderes públicos’ que, según el art. 47 de la Constitución, tienen la obligación de impedirla. La cronología lo corrobora. Tablada es el único suelo virgen en Andalucía que, desde hace 12.000 años, nunca ha sido arado. Sólo por este hecho debería estar especialmente protegido. ¿Por qué el Parlamento ha resuelto no incluirlo en el Inventario de Espacios Protegidos y la Consejería de Medio Ambiente calla?

Mal Lara en 1.570 por primera vez menciona Tablada. En estos terrenos tenía su Huerta Merlina.
La Federación Aérea Guadalquivir quiere hacer un museo con
motivo del 1er Centenario del aeropuerto(2.010). En Tablada dejó de
estar operativo por la construcción del Puente del V Centenario.
Para la Base Militar, en 1.935 el Ministerio compró la dehesa cedida previamente por el Ayuntamiento –según Nicolás Salas, propietario desde 1.252– a la Compañía
aérea CETA. Por esta razón precisamente, cuando el Ministerio, tomando en cuenta el derecho preferente en 1.996, ofrece la venta al Ayuntamiento y obtiene respuesta negativa de Soledad Becerril y Alejando Rojas Marcos, a la fecha alcalde y vicealcalde, saca a subasta pública esos terrenos.
Serán adquiridos por una entidad financiera sobre cuyos orígenes y finalidad Manuel Titos dice: El siglo XIX alumbró en Andalucía dieciséis Cajas de Ahorros y Montes de Piedad con distintos orígenes fundacionales pero con idénticos objetivos: el fomento del ahorro como regenerador moral, económico y social y el combate contra la usura.
El Monte, contradiciendo lo dicho, adquiere 356,8 Hs. de suelo rústico inundable en 48 millones de euros y, cinco años después sin invertir ni un solo “duro”, lo vende
a nueve inmobiliarias dedicadas a la edificación, en 78 millones. Se desata así un proceso de pura y dura especulación que todavía no ha terminado. Los poderes públicos quieren pero no pueden integrarse en él: los propietarios, ya en 2.004, exigían 210 millones.
Con respaldo del Tribunal Superior de Justicia y del Parlamento Andaluz que ha rechazado la solicitud del Pleno del Ayuntamiento para declarar espacio protegido
al Parque Metropolitano que consta en el Plan de Ordenación Territorial de la Aglomeración Urbana de Sevilla Potaus (aprobado por la Junta) ahora, los propietarios exigen que si les expropian el suelo para dedicarlo a Parque Periurbano como sugiere el PGOU y ordena el Potaus, el justiprecio deberá ser el de suelo urbano.
En esas condiciones, tomando en cuenta expropiaciones similares realizadas, el precio podría ascender a 240 millones; una cantidad de euros superior a la que el
Ayuntamiento ha gastado para hacer tres obras: el Metrocentro (90 mill.), los Champiñones de la Encarnación (54 mill.) y el servicio con mayor rentabilidad social, SEVICI (18 mill.)
Sin invertir ni un solo duro, las inmobiliarias exigen tener un beneficio de entre
162 y 192 millones. Y claro, como los ‘poderes públicos’ no encuentran cómo salir de este proceso, han comenzado a ver con simpatía, pero sin comprometerse, la
tercera vía presentada por los dueños de Tablada a través de una empresa de expertos: primero, inundar el suelo para crear el Charco de Tablada (azul) con el
fin de atraer a los flamencos y a otros pajaritos que están en Doñana; segundo, hacer el Parque Metropolitano (POTAUS, verde) y tercero, con el fin de generar puestos de trabajo, edificar en su borde (gris) con proyectos de los más destacados arquitectos del mundo.
Están agotando posibilidades. Ya lo intentaron en diciembre de 2002: los siete propietarios de Tablada presentaron sendos proyectos en un ámbito de 700 hectáreas
(250 más que la superficie de propiedad del Consorcio) para colonizar el parque de Tablada.
Según se deduce, a partir del justiprecio para la expropiación, lo que finalmente exigen es firmar otro Convenio Urbanístico con una edificabilidad equivalente, al menos a la de un conjunto de 15.000 viviendas, claro está, con una dotación verde (parque equipado) y otra azul (suelo inundado). Como a todas luces las dos iniciativas propuestas por los propietarios de Tablada son claramente inaceptables porque el artículo 47 de la Constitución así ordena a los ‘poderes públicos’; el
Ayuntamiento tendría que pensar en la posibilidad de usar un recurso técnico y legal que cae en su competencia: reclasificar el suelo de Tablada y ponerlo en el PGOU como espacio natural protegido no urbanizable. Y todos contentos. Digo, toda la ciudad y todo el Aljarafe. Los únicos recursos habría que dedicarlos a la redacción, a la ejecución y a la futura gestión de los contenidos de un Plan Especial. Para la gestión habría que contar con la positiva experiencia de quienes están al frente del Alamillo. Alguna vez le escuché a su director la sugerencia de que todos los espacios verdes (partes) deberían convertirse en un Sistema Verde: partes, todo y entorno inter-relacionados.
Hacer ciudad también es construir la civilidad y, ésta desde luego, no es posible si los ciudadanos no quieren o son indiferentes frente a nuestros delegados en el
gobierno que proponen y deciden.

Tablada: verde. ¿Y usted qué dice?




* Profesor Titular de la ETSA



* El Correo de Andalucía - La Tribuna - 31.10.09

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