Unas 185.000 familias madrileñas viven todavía en viviendas insalubres

20MINUTOS* : Vivir en pleno centro de Madrid es una aspiración para muchas personas. Pero cuando comienza la búsqueda de piso llega la desilusión. Detrás de las imponentes e históricas fachadas se esconde una bolsa de viviendas que no cumplen los mínimos requisitos de habitabilidad: son casas de menos de 28 metros cuadrados, donde viven familias hacinadas sin iluminación, con ventanas minúsculas que impiden la ventilación y con focos de bacterias e insectos.

En toda la región hay 184.665 infraviviendas verticales, es decir, casas insalubres situadas en edificios, no en poblados chabolistas.

Son el 9,8% del total de pisos de la comunidad. En la capital hay 123.056 (el 11,3% de todo su parque residencial), según un informe del Equipo de Investigación Sociológica.

Lo peor está en el distrito Centro, principalmente en el barrio de Embajadores (Lavapiés): el 31% de sus casas son consideradas infraviviendas por el área municipal de Urbanismo. También hay una elevada proporción de cuchitriles en los barrios traseros de Gran Vía. Son infraviviendas el 24% de las casas de Universidad (Noviciado y zona de Ballesta) y el 18% de las de Justicia (Chueca y Malasaña).

"Un mero escaparate"

"Muchas fachadas de toda la almendra central son un mero escaparate. Si viéramos lo que hay detrás, nos asustaríamos. Las condiciones indignas en las que está viviendo esa gente son francamente tristes», comenta la decana del Colegio de Arquitectos de Madrid, Paloma Sobrini.

Son edificios construidos a finales del siglo XIX y en la primera mitad del XX. "La normativa de aquella época no era tan exigente como ahora; hoy en día esas casas no obtendrían la licencia de ocupación", explican fuentes de Gerencia de Urbanismo.

Desde los años 80, las construcciones nuevas deben lograr la cédula de habitabilidad o licencia de ocupación para poder ser habitadas. Sin embargo, las casas anteriores a esa época (el 65% de todas las que hay en Madrid) no debían pasar ese trámite. "Había menos control en la construcción de los edificios", añaden.

Para que aflore esa bolsa oculta, el Colegio de Arquitectos, junto con la Comunidad y el Ayuntamiento, está estudiando implantar una revisión de la habitabilidad de las viviendas cada vez que se vendan o alquilen.

"La inspección técnica de edificios (ITE) no es suficiente. Sólo valora la estructura y habría que inspeccionar también la higiene y la iluminación", dice Sobrini.

Además, el Ayuntamiento está trabajando en un plan de erradicación de infraviviendas. La idea es modificar el Plan General de Ordenación Urbana para facilitar las obras de reforma en estas casas. Estará listo a finales de este año.

Los datos

* Más de 12.000 vecinos, sin váter en casa. Un total de 12.493 familias madrileñas tienen que salir de su vivienda para hacer sus necesidades, ya que no tienen váter en casa. Es más habitual en Centro y en Puente de Vallecas. Esto ocurre en el 5% de los pisos de Embajadores.
* 10 m2 por persona y 34.600 hacinados. Las viviendas en las que tocan a menos de 10 m2 por habitantes están en situación de hacinamiento. En la región viven así 34.638 familias y en la capital ocurre en 26.240 casas. En Centro están así el 5,4% de los pisos.
* Casi 3.000 pisos sin agua ni desagüe. En toda la capital hay 2.827 familias que no disponen de las instalaciones de fontanería básicas para vivir. De ellas, hay 1.260 sin agua corriente en sus casas y 1.567 que no tienen desagües para evacuar las aguas residuales.


15 m2 con chinches y a oscuras

"He pasado dos meses y pico viviendo de forma inhumana. Tenía grietas y goteras, las ventanas sin cristales y lo peor eran las plagas de chinches y cucarachas. Me daba asco comer, no dormía porque corrían por mi espalda al caer del techo y ni siquiera me duchaba porque invadían el aseo", dice Gema mientras contiene las ganas de llorar.

La mujer que ha vivido este infierno, de 38 años, no es chabolista ni vive apartada de la civilización. Vivía en una casa de alquiler, en una corrala en la calle Amparo, cerca de la plaza de Lavapiés. Pagaba 400 euros por una vivienda de sólo 15 metros cuadrados construida en 1895. "Hice reparaciones y las pagué de mi dinero, pero ni aún así se podía vivir allí. Ahora el casero no me quiere pagar los arreglos", protesta.

Al final, se cambió: "Ahora vivo en una casa de verdad por el mismo dinero. Los propietarios que alquilan este tipo de pisos no tienen escrúpulos".

La cama en el techo

Los edificios del centro de Madrid esconden muchas sorpresas. A cada cual más desagradable. En la calle Puebla, a dos pasos de la Gran Vía, abundan los pisos divididos en varias casas del tamaño de un zulo. Cada uno de esos cuchitriles, de menos de 10 m2, se alquila por 420 euros a familias de inmigrantes.

Para aprovechar el espacio se construye un doble techo sobre el que se coloca la cama y en la mayoría de las ocasiones no tienen ni váter. "Por aquí alquilan de todo, nadie cumple la ley", dice la propietaria de un hostal de la calle Barco...

Muchos edificios son auténticas colmenas. Uno de los portales de la calle Valverde tiene más de 100 minipisos que rozan el tamaño legal (28 m2) y llegan a pedir hasta 700 euros por ellos. Pese a vivir apretados, tienen algo de suerte: al menos tienen luz natural. No como Juan, un joven de 20 años que vive en un patio estrecho de la Nao: "No veo el sol en todo el día; si acaso, algo de claridad".






* 20 Minutos - MARIO TOLEDO. 15.06.2009
Foto: Gema, en su casa de Lavapiés: "Tenía grietas, goteras, ventanas sin cristales, chinches y cucarachas..." - Jorge París, 20minutos.es

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