LANUEVAESPAÑA/Gijón* : «Las necesidades de la parroquia somionesa son muchas e ignoradas sistemáticamente por las autoridades municipales, quienes parecen haber decidido que los vecinos de Somió somos unos privilegiados por el solo hecho de habitar en la parroquia». Son palabras de Soledad Lafuente, presidenta de la Asociación de Vecinos «San Julián».
Esta líder del movimiento vecinal se lamenta, al igual que muchos habitantes del barrio residencial por excelencia de Gijón, de la falta de atención que recibe por parte del Ayuntamiento. Son problemas, asegura, puntuales, pero que han conducido a la parroquia a una situación de deterioro y carencias básicas de infraestructuras que afectan a colectores generales, aceras, accesos a internet, limpieza viaria o asfaltado de caminos.
Y es que muchas son las amenazas que se ciernen sobre Somió, según sus vecinos: el Plan de Ordenación del Litoral (POLA), la depuradora del Este, el catálogo urbanístico, el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), la «Semana negra», los nuevos viales que se proyectan, el impacto visual, la contaminación, el transporte municipal, las fiestas en lugares públicos, la pinza urbanística que constriñe a Somió... «Siempre hemos aspirado, y así seguimos, a ser escuchados con propuestas y opiniones relacionadas con los problemas expropiatorios, medioambientales y urbanísticos que en la actualidad continúan preocupando a nuestros asociados», insiste la presidenta de «San Julián».
El colectivo también denuncia que la asociación carece de un local social acorde con las necesidades de jóvenes y mayores, un colectivo este último, según aseguran, cada vez más numeroso y necesitado de actividades específicas. «Las parroquias rurales de Gijón son todas una delicia para los ojos de los ciudadanos, y siendo Somió una perla bellísima, asistimos con rabia e impotencia a la pérdida del modelo de ciudad jardín en donde la tradición y la modernidad se dan la mano», advierte Soledad Lafuente.
El equipo directivo asegura que siempre ha tenido una vocación de servicio voluntario, abierto a cualquier tipo de colaboración. Muestra de ello son las reuniones que mantienen semanalmente y que, según los responsables de la asociación, sirven para exponer la problemática del barrio, «que es mucha», y para trazar la línea estratégica a seguir.
Somió, según su colectivo vecinal, es una parroquia más de Gijón, sin privilegios, que merece el mismo trato que el resto. La fama de privilegiado, en este caso, juega en contra de los intereses del barrio.
* La Nueva España - Alejandro ÁLVAREZ - 12.03.09
Foto: lne.es
Somió: Unidos contra la expansión urbanística
en
12.3.09
por UrbanismoPatasArriba
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Tema: NOTICIAS Asturias
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