Haciendo unas risas

JAVIER LLOPIS* : El Ayuntamiento de Alcoy empezó riéndose de los ciudadanos. Corría el año 2000 y el flamante gobierno del PP anunció que el parque de la Rosaleda se iba a convertir en un aparcamiento privado. Las advertencias de los vecinos de la zona y de los ecologistas, denunciando que esta obra incumplía claramente el PGOU, fueron desoidas sistemáticamente. El polémico proyecto iba avanzando inexorablemente, a pesar de que desde diferentes ámbitos se avisaba de que la supresión de esta zona verde podía traer graves consecuencias judiciales.

Ni las 10.000 firmas, ni las manifestaciones cívicas impidieron que el parking se inaugurara en 2003, en una ceremonia, que supuso un claro desafío a los principios más básicos de la legalidad urbanística.
En 2005 pasó lo que tenía que pasar: el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana calificaba de ilegal la obra y exigía que la plaza se repusiera a su estado original de zona verde. A partir de ahí, se iniciaba un nuevo proceso y el Ayuntamiento de Alcoy empezaba a reirse de la justicia. Ni el rotundo fallo del Tribunal Supremo, ni los sucesivos autos judiciales, amenazando con acusar de desobediencia a la corporación, han impedido que el PP siga eludiendo sus obligaciones y mareando la perdiz con una maraña de recursos y contrarecursos.
Analizando esta triste historia, uno llega a una conclusión terrible: nuestros munícipes son unos seres casi divinos, que se mueven por encima de la ley. El día que les entregaron el acta de concejal, también les dieron un una patente de corso, que les autorizaba a actuar con absoluta barra libre y sin tener que afrontar ninguna consecuencia. Contenciosos como el de la Rosaleda dejan bien claro, por si alguien tenía alguna duda, que los ciudadanos estamos totalmente desprotegidos ante unas administraciones, que disponen de innumerables resortes para retorcer la legalidad.
No sé cómo acabará esta polémico. Lo único que tengo claro es que nadie, absolutamente nadie, asumirá la responsabilidad del desastre.





* Información - Opinión - 7.01.2009