Asturias: Acusan a los alcaldes de permitir que 4.000 edificios estén en zonas inundables

LAVOZDEAVILÉS* : «Por presiones empresariales y sindicales han puesto a miles de asturianos en peligro», censuran Los Verdes. Los técnicos alertan de que el cambio climático trae lluvias torrenciales «ante las que no valen las barreras actuales».

A mediados de febrero miembros de Protección Civil tuvieron que entrar en las casas de 40 familias de Langreo y llevárselas lejos para que no les ocurriera lo mismos que a las gallinas, pollos y conejos que murieron ahogados en sus propias jaulas. Uno de los temporales que azotan habitualmente al Principado logró aquel día que el río Nalón ascendiera un metro. Entre lamentos y quejas, los afectados recordaban que otras crecidas habían sido mucho mayores y no provocaron tantos peligros. ¿Qué había cambiado? El actual presidente de la actual Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC), Jorge Marquínez, lanzó entonces un primer aviso: «En Asturias tenemos miles de edificaciones en zonas inundables, sería falso que diéramos un mensaje de tranquilidad».
Ahora el organismo hidrológico maneja cifras más precisas. La expansión urbanística de las últimas décadas ha permitido construir 4.000 edificios en áreas de desborde. «Antes no corríamos esos riesgos, respetábamos al río y a la gente no se le ocurría ponerse a vivir en las vegas porque sabía lo que pasaría», apunta Fructuoso Pontigo, de la Coordinadora Ecologista. «¿Qué ha pasado? Pues que muchos interesados presionaron para llevar el urbanismo a terrenos más baratos, pero que debían haberse respetado, y enfrente se encontraron con ayuntamientos 'consentidores'», concluye. «Hay que decirlo claro, por presiones empresariales y hasta sindicales, los alcaldes están poniendo en riesgo a miles de asturianos», abunda Joaquín Arce, de Los Verdes.
Lo cierto es que los consistorios no siempre contaron con una cartografía precisa de las áreas con riesgo de inundación. Sólo cuando en 2002 unas inundaciones anegaran ocho países europeos, la UE ordenó elaborar mapas de zonas inundables y planes que mitiguen los daños. Esa labor la está haciendo en Asturias la CHC quien, al ser el primero en conocer los riesgos que corren los asturianos, se ha propuesto como prioridad «frenar este coche que durante décadas iba cuesta abajo y sin frenos», explica Marquínez.
«Es verdad que lo están intentado, pero cada vez que se oponen a un polígono, se le echan encima las fuerzas vivas, los alcaldes, empresarios y sindicatos, y empiezan a presionar», advierte Fructuoso Pontigo. Todos los consultados coinciden en que las nuevas áreas industriales, con sus promesas de creación de empleo, están agravando la situación.
«Ahí el de Argame se lleva la palma», sostiene Arce. El polígono de Morcín captó fondos mineros y, para recibir los permisos pertinentes, exigió un relleno de varios metros que lo protegiera de las crecidas. «La consecuencia es que, en una riada, el caudal no podrá esparcirse por esa zona y por tanto atacará con más fuerza el núcleo urbano», exponen Los Verdes.
Riesgos mal calculados
La desagradable experiencia que vivieron aquellas 40 familias langreanas rescatadas a toda prisa de sus viviendas amenaza con hacerse cada vez más frecuente en Asturias. «El cambio climático ya lo estamos experimentando y los modelos indican que la pluviosidad anual disminuirá, pero con una atmósfera más caliente, las lluvias que tendremos serán más torrenciales», expone Ricardo Anadón, catedrático de Biología de la Universidad de Oviedo.
Esa manera de llover provoca sobre los pequeños ríos de las montañas asturianas las crecidas más peligrosas, las que se producen en pocos minutos y arrastran árboles y rocas. «Es un problema añadido», apunta el doctor en Geología Eduardo Menéndez: «Los actuales desagües, canalizaciones y barreras se construyen en base a los datos de pluviometría de los últimos 60 años; te preparas para lo peor ocurrido entonces, pero es que el cambio climático implica unos cambios bruscos ante lo que no valen esas prevenciones».




* El Comercio Digital - R. MUÑIZ, GIJÓN - 14.10.2008
Foto: El agua del Nalón rodeó varias viviendas el pasado mes de febrero. / E. C., elcomerciodigital.com