LEVANTE/Castelló* : La Generalitat Valenciana está multiplicando las autorizaciones de industrias contaminantes en el puerto del Grau de Castelló y provocando una acumulación que contrasta con la financiación millonaria de eventos turísticos como la Copa del América y el campeonato de Formula 1 en el puerto de Valencia, así como el Mundial de Vela en el de Alicante.
A pesar de que el Consell ha presumido de querer impulsar un supuesto modelo turístico en el distrito marítimo castellonense, la realidad de los proyectos que se han aprobado y se barajan en el Grau evidencian un inevitable incremento de las emisiones nocivas para la salud y un deterioro de la calidad del aire que respiran los habitantes o visitantes de la zona.
Frente a la pretendida publicidad turística y de sello verde, el listado de industrias existentes o en planificación ofrece un contraste contundente: cuatro cementeras, una planta de biodiesel, una nueva planta de coquización -añadida a las actuales instalaciones de BP Oil-, una central térmica que ahora impulsa una planta de ciclo combinado, la petroquímica UBE Chemical y una central logística de hidrocarburos. Este puzzle contaminante propicia que en un mismo municipio se ubiquen instalaciones de corte tan opuesto como un espacio eminentemente fabril y propuestas turísticas como la Plaza del Mar y el complejo lúdico Puerto Azahar, el Gran Casino, el auge de una restauración cada vez de más calidad, el futuro spa de la antigua residencia de El Carmen, el parque litoral de la playa del Pinar o la futura Ciudad de las Lenguas.
El TS exige 2 km de distancia
La protesta ciudadana se acrecienta día a día al constatar que buena parte de las industrias mencionadas incumplen la distancia mínima de dos kilómetros que exige la legislación estatal (artículo 4 del Real Decreto 2414/1961). Pese a los intentos de justificación de la Generalitat Valenciana, dicha circunstancia contradice el criterio que tanto el Tribunal Supremo como el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana han constatado en diversas sentencias en las que se reitera la obligación de toda industria molesta, nociva, insalubre o peligrosa de cumplir la citada distancia de seguridad de 2.000 metros respecto a la población agrupada más cercana.
La última repercusión de esta jurisprudencia ha cristalizado en una sentencia del Tribunal Supremo que ordena el cierre de una planta de basuras en Elche por incumplir la distancia mínima de 2.000 metros respecto a los núcleos de población agrupada más cercanos y ratifica la obligación de cumplir una normativa que la Generalitat Valenciana se niega a aplicar en el polígono industrial del Serrallo.
Las consecuencias de la contaminación recaen sobre las poblaciones del Grau y Almassora. No en vano, la situación es tal que el Consell incluso autoriza decenas de viviendas -buena parte de nueva construcción- que se alzan a escasos 50 o 100 metros del polígono industrial del Serrallo.
Al mismo tiempo, el mismo Consell es el que otorga licencias dentro del polígono para la creación de nuevas plantas industriales que incumplen la distancia mínima de 2.000 metros que ya se había vulnerado durante la dictadura franquista, época en la que no existían resortes democráticos para garantizar la calidad ambiental de los ciudadanos.
* Levante-EMV - Nacho Martín, Castelló - 20 de marzo de 2008
Foto: El PP sitúa las industrias junto a polos turísticos como un casino, el parque litoral y la Ciudad de las Lenguas/ levante-emv
El Consell acumula industrias nocivas en el Serrallo y lleva la Fórmula 1 y la vela a Valencia y Alicante
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21.3.08
por UrbanismoPatasArriba
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Tema: NOTICIAS C.Valenciana
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