Golf, ladrillos y corrupción en La Rioja Alavesa

ARKIMIA* : Dos noticias de la prensa de hoy nos obligan a reconsiderar aquello de que "Euskadi is different" en materia de urbanismo, corrupción y especulación, y las dos tienen por escenario pueblos de La Rioja Alavesa: Laguardia y Labastida. En ambos lugares existen proyectos urbanísticos impulsados por el Partido Popular relacionados con campos de golf y ladrillismo, condimentados con indicios de actividades especulativas, cuando no directamente delictivas...

En el primero, Laguardia, un edil de EA, Gregorio López, ha denunciado un intento de soborno: un particular le ofreció 90.000€, para que cambiara su voto en el último momento (decisivo, porque deshacía un empate entre PP y PNV) y apoyase el proyecto de campo de golf y urbanización ladrillísco-especulativa que quiere imponer la derechona más rancia del PP en Laguardia. Es el modo de actuar habitual de la extrema derecha económica, esa que dice querer "generar riqueza" (para sus bolsillos, los bolsillos de sus amigos, sus parientes y sus empresas amigas) a base de dilapidar el territorio, sin fijarse demasiado en el interés general o si existe una demanda social. Pero en este caso, en Laguardia, gracias a la honestidad de un concejal, se ha desvelado la trama mafiosa. Aclaración: este edil no es del grupo político al que pertenezco, Ezker Batua-Berdeak, sino de Eusko Alkartasuna; no hago más que reconocer y aplaudir, desinteresada e imparcialmente, una actitud que, a pesar de ser lógica, se ha convertido en ejemplar, por inhabitual en nuestros dias de choriceo generalizado.

labastida1.jpgLa segunda noticia también trata sobre campos de golf, maniobras políticas rastreras y especulación urbanística. El PP, apoyado en este caso por el PNV local, intentan apartar de la operación urbanística al alcalde de EB-B, y han designado en el pleno de ayer al ex-alcalde del PP, Ignacio Gil Orive, como representante de su pueblo para defender ante las instituciones que han de fiscalizar su proyecto (el del PP) de golf y mega-urbanización (750 viviendas en un pueblo de 2.000 habitantes) en un espacio protegido de Labastida. Para eso se salta leyes y sentido común, intentando desesperadamente, que su castillo de naipes no se venga abajo por la acción del actual alcalde, Higinio Arinas, de Ezker Batua-Berdeak, y su grupo municipal. Higinio Arinas y Javier Medel, alcalde y concejal de EB-B en Labastida, fueron elegidos por su pueblo para parar este proyecto que atenta contra el medio ambiente y el interés social. Que el representante de un pueblo, democráticamente elegido, sea su alcalde, no parece importarles demasiado cuando se trata de ganar pasta. Si estorba el alcalde, se le aparta. Que el mismo PNV que apoyó su investidura como alcalde ahora elija al ex-alcalde del PP como interlocutor para defender ante la Comisión de Ordenación del Territorio y la Diputación Foral de Álava el proyecto de nueva urbanización y golf sobre los terrenos protegidos del monte Toloño y su entorno, no hace más que desvelar que los intereses económicos que tiene el PNV local (interesada posición no compartida por la ejecutiva jeltzale alavesa, me consta) son coincidentes con los del PP, cuyo alcalde fue expulsado de la alcaldía precisamente por la disconformidad popular con este proyecto hace sólo unos meses.

Creo que no es casualidad que detrás de estos dos proyectos (golf, ladrillo y especulación) estén, en ambos casos, involucrados como sus mayores adalides los pocos cargos públicos del PP de Euskadi que todavía conservan algo de poder en las instituciones o ven la posibilidad de recuperar el que tuvieron en el pasado gracias a indispensables aliados, sea por la vía del soborno, como parece que han intentado en Laguardia, o por la vía de la conveniencia para sus intereses particulares, como parece que ocurre con los dirigentes locales del PNV de Labastida.

"Euskadi is different", sí, pero menos "different" que lo que nos gustaría. Una cura de humildad para vasquitos y vasquitas: aquí, como en Totana, Marbella o Madrid, la ultraderecha económica se busca sus aliados para conseguir "crear riqueza" (para ellos), y nadie está a salvo de granujadas, delincuencia y mafia relacionadas con el urbanismo, la vivienda, el suelo y la especulación. Conviene estar vigilantes, y denunciar a las primeras sospechas los trapicheos, las maniobras de mangantes y aliados políticos corruptos. El urbanismo es una función social. Todo proyecto que no cumpla ese objetivo principal (el interés común) ha de ser puesto en cuestión, y más cuando es evidente que enriquece ilícitamente a unos pocos privilegiados o cuando, como en estos dos casos, hay indicios de que los proyectos sólo benefician a unos pocos, perjudican a la mayoría y nada aportan al interés común.

Afortunadamente, existen políticos cabales, honestos, leales a su programa, a su compromiso con la ciudadanía, como Gregorio López, de Laguardia, o Javier Medel e Higinio Arinas de Labastida. Como decíamos en otro sitio, todos los políticos no son iguales. Mi reconocimiento sincero y gratitud hacia ellos, porque permiten que siga creyendo que otro urbanismo es posible.







* ARKIMIA - 06/12/2007
Foto: Labastida - arkimia.nireblog.com



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