Murcia: El modelo no es sostenible, y no sólo por el agua

VEGAMEDIA* : La revista Tiempo, del grupo Zeta, publicaba el pasado tres de agosto una crónica en la que se hacía una descripción fehaciente de la región de Murcia bajo el título: “Monocultivo de adosados con campos de golf”, sobre el paso que dio el gobierno de Aznar y su ministro Cascos con su ley del suelo que acabó, entre otras cosas, con la gran protección ambiental de la ley de 1992 del entonces gobierno socialista murciano. El PP de Ramón Luis Valcárcel y aquélla ley de Cascos, que este verano ha sido derogada por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, “han acabado con todo”, se dice en este reportaje del periodista Guillem Martínez.

En el mismo hace referencia a los criterios estéticos y políticos de la “escuela valenciana”, que está propiciando la total destrucción de la costa y parte del interior murciano, con megaproyectos urbanísticos que “dan más o menos el pego” con sus carteles de promoción grandiosos y coloridos –“mezcla de falla y etiqueta de melones”-, que anuncian adosados cuyo precio se triplica al pedir información en el piso piloto, aunque “el primer alegrón no te lo quieta nadie”, dice el cronista con sorna.

Si hace tan sólo seis años la costa murciana mantenía aún espacios vírgenes, a excepción de La Manga y el Mar Menor –“planificados por un arquitecto epiléptico”-, gracias a las políticas urbanísticas del PP, algunos edificios de sus playas “empiezan a ser tan altos que en uno de ellos se podría instalar la Agencia Espacial Murciana”, escribe Guillem Martínez.

Para escribir su crónica, el periodista de la revista Tiempo visitÓ uno de los emblemáticos resort murcianos: Casas adosadas clónicas. Son tan iguales que cualquier día te equivocas de casa y acabas con una señora adosada a la tuya, y no te enteras. En el centro, el hotelazo kin-size. Madres con sus pequeñuelos británicos a punto de morir abrasados bajo el implacable sol. Y los golfistas: como en el sumo, en el golf no importa el sobrepeso. Lo más sorprendente en el compendio visual: el verdor del green. “Más con este sol, más con la sequedad del terreno. ¿Es sostenible tanto campo? ¿Cuántos campos puede soportar, para revalorizar unas urbanizaciones privadas, una comunidad sin agua?”, se pregunta el periodista.

También habla de la gran maquinaria propagandística del “Agua para todos”, según la cual, “las izquierdas, Aragón y Catalunya son las responsables de que Murcia no esté en el G-7”.

Para su crónica, el periodista de la revista Tiempo se entrevista con el número dos del PSRM-PSOE, José Ramón Jara, quien le empieza a poner al tanto de lo que ocurre a nivel murciano, anticipándole que “Valcárcel se reveló como un gran animador de la economía murciana, subsector ladrillo”. En una provincia que se ha construido en los últimos diez años tanto como en los dos últimos milenios, el modelo no es sostenible y “no sólo por el agua”, indica Jara.

“El de la construcción es un modelo que integra al poder político, al económico, al mediático y, en ocasiones, al sindical. Es perverso: unos pocos se están comiendo una parte enorme, pero hay migajas. Las izquierdas somos los que les quitamos el pastel a los de las migajas. Debemos encontrar un discurso que no sea maximalista ni paralizador. Pero que sea. Y, francamente, no sé cual es”, se confiesa honradamente el líder socialista murciano.

El gobierno del PP en Murcia, encarnado en su presidente, Ramón Luis Valcárcel, ha hecho de la construcción su gran motor económico, político e ideológico, ofreciendo a los murcianos un complicado lenguaje vindicativo y ultranacionalista, sustentado en el enfrentamiento interterritorial por el agua, imprescindible para regar los campos de golf.

Así lo atestigua el cronista-viajero de la revista Tiempo, que llega a observar que “las teles locales presentan a Murcia aparentemente rodeada por un ejército vasco-catalán” y las “columnas de los diarios locales son delirantes y se centran en el agua o en la desmembración de España por su parte más mojada”.





* VegaMediaPress - F.M.M. - 10/09/2007
Foto: manifestación - vegamediapress.es