
A ese dinero hay que sumar los tres millones más que ha costado a Medio Ambiente echar las casas abajo, y otros cuatro que se gasta la Generalitat para gestionar los residuos de las obras y reconstruir el entorno ecológico de la zona. Recuperar el paraje natural habrá costado 11,5 millones y siete años.
En otros derribos de magnitud comparable, Medio Ambiente acabó con un edificio de cinco plantas y 80 viviendas en Cartagena o con el hotel Atlanterra, en Zahara de los Atunes (Cádiz). Aunque todavía quedan en pie grandes construcciones emblemáticas de la urbanización descontrolada del litoral, como el hotel Algarrobico, en Almería, que es presa de un complicado entramado judicial entre administraciones.
* El País - 28.07.10
Foto: El Club Méditerranée, en 2004, tras el cierre del complejo. Abajo, el solar, ayer, tras el derribo - elpais.com