
La solución, le explican a Pérez, sería que Mercadona lo comprara. “Ese es un local de unos cuatro millones de euros”, afirma Delgado, “porque tiene muchísimos metros, más sótano, más no sé cuántas plazas de parking, la hostia”.
Crespo encarga a El Bigotes que ponga en práctica sus habilidades como conseguidor. El intento de negocio queda en nada, pero pone de relieve el modo de operar de la trama y su facilidad para acceder a mediadores secundarios muy cercanos al Gobierno valenciano. La primera idea de Pérez es acercarse a la cúpula de Mercadona a través de Pedro García, en ese momento director general de Ràdio Televisió Valenciana y hombre muy próximo al presidente Francisco Camps, que dimitió en agosto de 2009.
Al final, sin embargo, la vía aparentemente más fructífera es la de Vicente Cotino, presidente del grupo Sedesa, uno de los cinco constructores valencianos denunciados por financiar ilegalmente al PP, adjudicatario de obras millonarias por parte de la Generalitat y sobrino del vicepresidente tercero del Consell y consejero de Medio Ambiente, Agua y Urbanismo, Juan Cotino.
Entre el 15 de enero y el 3 de febrero Pérez habla tres veces con Vicente Cotino e intercambian algún SMS sobre el tema. El Bigotes, que como muestran las grabaciones tiende más bien a exagerar, pretende convencer a Cotino de que el negocio es más sencillo de lo que probablemente era: “La delegada que ellos tienen allí [en Canarias] está interesadísima, lo que necesitan es un achuchón”, le cuenta.
* ELPAIS.com - 13.04.10
Foto: Valencia, palau Generalitat - comarcarural.com
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