
El edificio estaba considerado desde 1996 Bien de Interés Cultural, por lo que se debían conservar las fachadas Norte y Este, la torre central y otros elementos estructurales del edificio, así como recuperar la cuarta fachada. "No comprendemos cómo se permite derribar un edificio como este", dicen las asociaciones pro-patrimonio, "sin que antes de declarar la situación de ruina se hayan llevado a cabo medidas correctivas o de prevención".
También comparan el caso con el derribo del Molino de Oliver, en Aljucer, para el que advierten que "aún no se ha sancionado a ninguno de los responsables de esta demolición, que fue un acto ilegal y con ánimo de lucro".
Esta semana, Huermur y las entidades pro-patrimonio han presentando sendas denuncias ante la gerencia de Urbanismo del ayuntamiento de Murcia y la dirección general de Bellas Artes y Bienes Culturales de la Comunidad Autónoma "para que aclaren en qué situación se encuentran los expedientes sancionadores que se supone que tendrían que haber iniciado con la demolición". Además, se iniciarán acciones para impedir que el restaurado escudo del Molino sea reubicado en otro lugar que el que ocupó durante siglos.
Las asociaciones pro-patrimonio afirman que "si se continua por esta senda irracional, dentro de poco tiempo solo nos quedarán los escritos de nuestros ilustres antepasados, el Castillo de Monteagudo y la Catedral para demostrar que no somos un pueblo de parias y que el fértil valle de Murcia ya fue poblado por romanos e islámicos antes de ser un protectorado de Castilla".
Por todo ello, Huermur y las entidades pro-patrimonio están investigando la autorización administrativa que permitió el derribo del Palacete Ponce, para detectar posibles irregularidades en el proceso, además de afirmar que "vigilaremos que la edificación que ocupe el lugar del Palacete cumpla con la normativa".
* La Opinión Murcia - 1.09.09
Foto: Murcia, ayuntamiento - wikipedia.org
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