Nació como casa de colonias vinculado a la Secretaría General del Movimiento; hoy depende de la Consellería de Vicepresidencia, y en ésta época está a pleno rendimiento, mientras que el resto del año duerme el sueño de los justos.
Costas ya ha sacado a concurso la redacción del proyecto por un valor que cifra en 147.702, 80 euros, que incluye no sólo la demolición del edificio existente, sino la construcción previa de nuevas instalaciones que suplan a las que se demuelan, como ayer mismo confirmaba el responsable de Costas en Lugo, José Miguel Estevan Dolls. Después, se recuperará todo el espacio dunar que hoy ocupa el inmueble y se ejecutará el paseo del borde litoral por la zona.
Dolls hablaba del proyecto alternativo: instalaciones deportivas y acuáticas hacia el mar, y fuera de la línea de protección de los cien metros, una edificación de planta baja, con bungalós estilo canadiense. «Más respetuosa y en consonancia con el entorno», señaló.
¿Y los terrenos?
Si bien Costas parece tener las cosas claras, falta todavía que el Concello o la Xunta aporten los terrenos en los que se construirá la edificación sustituta. Y aquí es donde la demolición tiene sus más y sus menos, y una vez más llega en clave política.
Mientras el alcalde, el socialista Melchor Roel señala que la «mejor respuesta que hay a la política de confusión que practica el PP, diciendo que no había nada, es la licitación de la redacción del proyecto, y ya es hora de que vayan pidiendo disculpas», desde las filas populares el senador César Aja, que acusó al socialista de «vender humo» sobre este tema, echaba mano ayer mismo de la última respuesta del Gobierno sobre el estado de la cuestión y preguntaba en voz alta «dónde están los terrenos y quién va a dar la licencia de obra, porque todo es zona de protección».
El alcalde viveirense sólo dice que «hay dos o tres alternativas en la zona de la playa», pero que serán los técnicos quienes tengan la última palabra.
Desde Vicepresidencia no se oponen tampoco al proyecto de demolición, siempre que, antes de demoler el viejo, se construya el nuevo y no se pierdan las 130 plazas que oferta.
El Gobierno central le responde a Aja también que no tiene constancia de que exista oposición al derribo, aunque hay algunos sectores que que no ven el proyecto con buenos ojos.
* La Voz de Galicia - 17 de Julio de 2007
Foto: X.Ramallal /lavozdegalicia.es
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