
La fiscalía de Palma decidió a principios del pasado verano unificar en una sola causa el aluvión de denuncias que había ido recibiendo con antelación por supuestos delitos contra la ordenación del territorio en Andratx. Estas denuncias habían sido interpuestas por personas particulares, entre ellas concejales o afiliados de Unió Mallorquina en la localidad, sindicatos como Comisiones Obreras, partidos políticos, como el PSOE, organizaciones ecologistas como el GOB, etc.
Estas diligencias fueron declaradas secretas por el juzgado de instrucción 12 de Palma y dieron lugar, el 27-N, a la operación Voramar, con la detención de tres de los principales implicados en la supuesta trama de corrupción.
Efecto mimético
El enorme eco que en los medios de comunicación de toda España, e incluso del extranjero, ha tenido el caso Andratx ha hecho que otras personas se animen a informar a la fiscalía de más presuntos casos de corrupción o de delitos contra el medio ambiente.
El llamado caso cintas, otro presunto entramado de corrupció en torno al Ayuntamiento de Santa Margalida y personificado en su ex alcalde, Antoni del Olmo, ha sido otra de las investigaciones desarrolladas por la fiscalía en los últimos meses que también ha suscitado la interposición de otras denuncias.
Varios de los casos denunciados en las últimas semanas han dado lugar a la apertura de diligencias de investigación por parte del ministerio fiscal. Son temas que están en marchay en los que los fiscales están tratando de determinar si hay indicios delictivos.
*Diario de Mallorca - 28 de marzo de 2007
Foto: Andratx /guides
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