El 90% del parque de viviendas español derrocha energía

Otro tipo de despilfarro delictivo es el que se ha dado en la construcción de viviendas respecto a la calidad energética. En primer lugar por la tardía norma específica que controlaba este importante aspecto económico; hasta 1979 no se reguló con unos requisitos mínimos y luego en 2006 con la aprobación del Código Técnico que endureció las exigencias. Pero también porque se ha edificado atropelladamente, sin lógica ni sentido común, desde el primer boom de la construcción en la época de la dictadura hasta la última y salvaje burbuja inmobiliaria que ha llenado el paisaje de urbanizaciones chapuceras y mal hechas por las prisas (cuando están acabadas, claro). El resultado lamentablemente está a la vista, con un derroche energético que viene a agravar la crisis-estafa que padece este país, donde, además, parece que se ha olvidado 'interesadamente' la rehabilitación.
"ELPAÍS* : Los vecinos del nº15 de la calle de 'La del manojo de rosas' de Madrid, en el barrio de Ciudad de los Ángeles, llevan años perdiendo calor por las ventanas. Y por los muros, el tejado, los cimientos. El edificio, construido en la década de los cincuenta del siglo pasado, “es como un radiador que emite constantemente energía al exterior. Un derroche”, asegura el arquitecto José Luis López. Pero tiene remedio. “Aislamiento de lana vertical de ocho centímetros, reforma de la cubierta, ventanas y contraventanas más eficientes, renovación de las instalaciones eléctricas y centralización de calderas. Con estas reformas vamos a conseguir un ahorro mensual de energía por encima del 50%, y posiblemente los vecinos solo necesitarán poner la calefacción un par de horas al día para tener su casa caliente”, augura López.

Como este edificio, cuya rehabilitación forma parte de un programa piloto impulsado por la organización conservacionista WWF y la Fundación Reale en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid, el 90% de los 25 millones de viviendas que existen en España suspende en eficiencia energética. El dato se extrae de un estudio realizado por Certicalia, una red de más de 2.000 técnicos que realizan certificados energéticos en toda España, que deben tener obligatoriamente desde junio todas las casas que salgan a la venta o en alquiler. El informe, basado en una muestra representativa de 6.000 viviendas, refleja que ninguna alcanza la calificación A en consumo de energía (la más alta) y solo el 11% logra una B, C o D, que se consideran aprobados. El resto se queda en las letras E, F o G, que se consideran no eficientes.

¿Cómo se ha llegado a este grado de ineficiencia? “Primero, porque hasta 1979 no se introdujo la primera ley que incluía unos mínimos requisitos de aislamiento en las construcciones. Y hasta 2006, con la aprobación del Código Técnico de la Edificación (CTE), no se endurecen las exigencias para los edificios de nueva construcción para poder alcanzar al menos una calificación D”, explica Inés García, portavoz de Certicalia. Esto quiere decir que prácticamente todo el parque de viviendas se levantó sin tener en cuenta la eficiencia energética, porque desde 2007 hasta ahora se han edificado poco más de un millón de casas, según el Instituto Nacional de Estadística. “Y si consideráramos las nuevas exigencias para las nuevas construcciones que impone el nuevo CTE, que entra en vigor en marzo, prácticamente todas las casas estarían caducadas energéticamente”, apunta García.

“En España se ha legislado demasiado tarde, y a veces porque nos ha denunciado o multado la Unión Europea. Durante años no se ha pensado en las consecuencias que esto pudiera tener, como la pobreza energética, porque había dinero para pagar los recibos de la luz y el gas y las facturas no eran tan altas”, subraya Adrián Sánchez Molina, presidente de la Asociación Española para la Calidad en la Edificación (Asece). Según el estudio más reciente, realizado por la Asociación de Ciencias Ambientales, en 2010 lo sufría el 10% de la población, un porcentaje que puede haber subido varios puntos desde entonces.

“Ni siquiera ahora, cuando el problema está ya sobre la mesa, el Gobierno apuesta por la eficiencia. Primero, porque introduce trabas a las energías renovables. Y segundo, porque no está dando publicidad suficiente a la certificación energética. La muestra es que de los dos millones de viviendas que se calcula que deben tener el certificado por estar a la venta o en alquiler, solo medio millón lo han registrado”, añade Sánchez Molina.

Hay otros factores, aparte de la normativa tardía, que han contribuido a esta situación. “Con el boom inmobiliario se construyó mucho sin tener en cuenta el factor geográfico, ni la orientación de las fachadas, ni el emplazamiento, y eso tiene como resultado edificios que dependen de los sistemas mecánicos de climatización para calentarse o refrigerarse. En la arquitectura tradicional encontramos ejemplos mucho más eficientes: en el norte de España se construían galerías acristaladas, que captaban el calor del sol a modo de invernadero; en cambio, en el sur son tradicionales los patios sombreados y las ventilaciones cruzadas para refrescar las viviendas”, comenta la portavoz de Certicalia.

La nueva legislación garantiza que los nuevos edificios van a ser más eficientes, pero ¿qué pasa con ese 90% de los que ya construidos que suspende? “La única solución es la rehabilitación energética. Para cumplir con los objetivos energéticos y de emisiones de la UE para 2050, España debe establecer como meta una tasa de reforma de 400.000 viviendas anuales, el 1,5% del parque actual, frente a la tasa actual del 0,3%”, advierte Georgios Tragopoulos, técnico de eficiencia energética de WWF España. “Países como Alemania y Reino Unido ya han desarrollado políticas efectivas para financiar la rehabilitación de construcciones antiguas. España debería tomar nota, porque aquí está casi todo por hacer”, concluye.

Un ahorro seguro

1. El coste medio de una rehabilitación energética es de 14.000 euros por vivienda media (calculada en 81 metros cuadrados), según una guía elaborada por WWF y Fundación Reale.

2. Una intervención energética debe incorporar tanto medidas pasivas (aislamiento de muros y cubierta, instalación de elementos de sombreado...) como activas (centralización de calderas y sustitución por otras más eficientes, instalación de energías renovables o renovación de electrodomésticos).

3. Una rehabilitación total puede conseguir un ahorro hasta del 80% en el consumo energético. Se calcula que la inversión puede recuperarse en solo 10 años.

4. La rehabilitación energética no solo ayuda a reducir el consumo, sino también reduce la entrada de ruidos, mejora la calidad del aire interior y contribuye a mejorar la calidad de vida de los habitantes de la vivienda.


* El País - RAQUEL VIDALES - 16.2.14
Foto: Rehabilitación de edificios para mejorar su eficiencia energética en Madrid. / LUIS SEVILLANO

7 comentarios :

pinina dijo...

Todo esto sera muy cierto, pero en manos de los que ostentan el Ppoder ilimitado es muy peligroso. Primero porque traslada el problema a los habitantes de las viviendas y ni palabra de la ineficiencia y derroche de Hoteles y complejos para prilegiados. Ni de la ineficiencia energetica y contaminacion de las grandes industrias. Ni de los grandes feos y derrochadores centros comerciales.Por eso hay que ser muy criticos con la desinformacion de los medios.LA POBREZA ENERGETICA DE ESTE PAIS ES DEBIDO A LA GRAN ESTAFA ENERGETICA. Si realmente se promocionara la energia solar y eolica domestica en este pais todos seriamos RICOS EN ENERGIA.Basta ya de MENTIRAS.

itziurko dijo...

Gran parte del desastre energético del parque de viviendas no es sólo por la falta de legislación sobre aislamiento, sino poque los arquitectos no se han tomado ninguna molestia para diseñar edificios eficientes energéticamente hablando. Cuando hace 25 años decidí que me construyeran una casa, previamente me empollé en varios libros los rudimentos de un edificio ecológico y eficiente para poder exigir al arquitecto y al constructor que hicieran las cosas como yo quería. Empezando por la orientación de la fachada, la composicón de cada una de las paredes, el aislamiento a colocar en el tabique tambor, el grueso un tanto especial de una de las paredes, los voladizos entre planta y planta, todo ello con una explicación del porqué de cada cosa, tanto al arquitecto como al jefe de obra. Gracias a que iba cada semana a comprobar la obra pude evitar un par de desastres que se corrigieron echando tres paredes mal hechas a cargo del constructor, y algún que otro desperfecto del fontanero. Faltan profesionales competentes con ganas de hacer las cosas bien. En todos los niveles. La fachada desviada 20º.

nonagenario dijo...

Aislar cuesta algo y ahorra muchisimo. El problema es la mentalidad de arquitectos y constructores. Los primeros sólo ahora se empiezan a concienciar tímidamente; los segundos se limitan a buscar beneficio, a lo barato. Si la ley les obliga a poner de 5 a 10 cm de aislamiento, pondran 5. O menos. No queda otra que legislar estricto. Y menos mal que existe Europa. Si dependiera de la mentalidad española, el codigo de 2006 hubiera visto la luz un siglo después.

Andrés Holgado dijo...

Y para ello sacan algo que se llama CERTIFICADO DE EFICIENCIA ENERGETICA, que es la estafa mas grande que yo he visto en mi vida, para beneficiar a unos cuantos y que no sirve absolutamente para nada y no resuelve el problema. Se expiden certificados por internet, sin ver la vivienda, a casas por las que entra frío y aire por todos los lados, tienen ese certificado, pero no tienen ningún tipo de aislamiento ¡QUE BROMA ES ESTA!

Alex Romero dijo...

Los precios se triplicaron y nos vendieron cabañas en lugar de mejores casas. Las compañias electricas encantadas del deroche. Y ahora quieren obligarnos a pagar un certificado energético. Si los españoles tuvieramos lo que hay que tener nos plantabamos en bloque, pero no, estamos divididos.

qiqe dijo...

Es verdad, es las pescadilla que se muerde la cola: si no hay dinero para comer, no lo hay, por supuesto, para rehabilitar...pero si la rehabilitacion se pusiese en marcha a ritmos razonables, la construccion se recuperaría y con ello el empleo y con ello mucha gente dejaria de tener tantos problemas para comer. Los antiguos fondos comunitarios, ya no los tenemos disponibles, pero la unica solucion pasaría por algo similar a eso... algo tan fácil y tan difícil, a la vez, porque el que podría no quiere y el que querría no puede.

jotadosces dijo...

El problema, al menos en los edificios más modernos, es que la culpa, en la mayoría de los casos, no es de los propietarios, sino de las constructoras que, por rebañar hasta el último céntimo, acostumbran a regatear hasta en lo más miserable. Compré mi piso a finales de los años noventa, y aparte de haber tenido que cambiar ya varias cosas (persianas, caldera, lavabos...) a causa de su mala calidad, o tener que poner dobles ventanas o cerrar el tendedero, tengo el problema de que en verano, a causa de un ineficaz o inexistente aislamiento, se convierte en una sauna, lo que me ha obligado a instalar aire acondicionado. Puede que lo de rehabilitar esté justificado en los edificios más antiguos, pero lo que es inadmisible es que la ley no obligue a las constructoras a instalar sistemas eficientes de aislamiento térmico, entre otras cosas, ya que el disparatado incremento de los precios de la vivienda durante la pasada burbuja no sirvió para que las constructoras mejoraran la calidad general de los pisos nuevos sino, incluso, justo lo contrario al constatar que se los quitaban literalmente de las manos.