Gamonal y el fantasma de Méndez Pozo

Como ya se ha indicado antes en este blog, el caso de rebelión ciudadana por corrupción urbanística en el barrio de Gamonal de Burgos ni es el primero ni probablemente será el último. Pero sí destaca aquí la intensidad que ha adquirido en una ciudad que otras veces ha agachado la cabeza ante el caciquismo 'popular' local. El hartazgo vecinal ha llegado hasta rebosar el vaso y ahora clama contra la prepotencia de un alcalde insensible, salvo para sus intereses privados, y una mafia financiera-empresarial que actúa a sus anchas por toda la ciudad. Destaca el empresario, constructor y mediático, Méndez Pozo, que ya en su día fue condenado por corrupción y que siempre está en la sombra sobre todo lo que ocurre en Burgos (y otras ciudades).
"ELCONFIDENCIAL* : Burgos ya no es sólo morcilla y frío. Desde el pasado viernes, los vecinos de Gamonal han acaparado la atención mediática para reivindicar su rechazo a un bulevar. Por el camino, manifestaciones diarias, bloqueo de obras y destrozos de mobiliario han servido para garantizar el interés nacional de un conflicto local. “No creo que sea símbolo de nada”, explica la geógrafa Begoña Bernal, profesora de Patrimonio Urbano y Patrimonio Natural de la Universidad de Burgos y experta como autora de trabajos como “De Gamonal a Burgos. Un capítulo en el desarrollo urbano de la ciudad de Burgos”.

“Gamonal es un barrio muy popular, de clase trabajadora, muy concienciado, afectado por el paro y por tanto con pocos recursos ahora para comprar las plazas de garaje (19.000 euros) que propone el Ayuntamiento”. Sin entrar en cuestiones técnicas, como la dificultad de construcción subterránea por el agua (Gamonal se levanta sobre el desaparecido Río Pico y entre el Arlanzón y el Río Vena), la profesora Bernal explica lo ocurrido en Gamonal como la reacción natural a “una actuación municipal innecesaria, que pretende transformar la mejor y principal calle, el eje vertebrador de toda la ciudad”.
Por si fuera poco, en este conflicto aparece en escena uno de los monstruos favoritos de Burgos, el promotor inmobiliario (Río Vena) y empresario de medios (Promecal) Antonio Miguel Méndez Pozo. El millonario dueño del Diario de Burgos y también presidente de la Cámara de Comercio, uno de los poderes fácticos regionales, aparece entre medias una vez más, como viene ocurriendo a lo largo de los últimos 40 años, desde que comenzó a despuntar como empresario del ladrillo junto a prebostes burgaleses de finales del Régimen, como relata José María Chomón en el libro “El Jefe”.

Esta vez ha bastado con que la firma de ingeniería, arquitectura y urbanismo MBG, gestionada por un hijo de Méndez Pozo, fuera responsable del diseño del proyecto (por el que ha cobrado 240.000 euros) para que su nombre y su pasado carcelario (condenado a tres años de prisión por el Caso Construcción de Burgos) salga de nuevo a la palestra, a pesar de que la obra -presupuestada en 8 millones de euros- corre a cuenta de las constructoras burgalesas Arranz Acinas y Copsa. “Es fácil enganchar a Michel por su pasado”, lamenta una persona de confianza de su equipo directivo.
El clima de tensión ha convertido la sede del Diario de Burgos en cita obligada de las movilizaciones. “No se puede ser tan parcial en una ciudad tan pequeña”, subraya un indignado de Gamonal, agraviado por la línea editorial del periódico sobre este tema. “Este caso demuestra que el poder real está concentrado en muy pocas manos. Hay que evitar que sean siempre los mismos actores los que toman las decisiones que nos afectan a todos”. Y en Burgos, con una población de 180.000 habitantes, el barrio rebelde representa un 35% de la población y vota PP como primera fuerza política desde 2011.

Promesa electoral

El bulevar de la discordia pretende remodelar, a su paso por Gamonal, un tramo de la infinita Calle Vitoria (levantada sobre la antigua nacional Madrid-Irún), el eje que atraviesa toda la ciudad y une el centro con su satélite. Como si de la reforma del aborto se tratara, el alcalde de Burgos, el popular Javier Lacalle (1969), pretende llevar a cabo su promesa electoral al pie de la letra, independientemente del número de voces críticas existente. Para la profesora Bernal, “esto es resultado del hartazgo generalizado. La gente está harta de tanta prepotencia y cansada de hacer las cosas por las buenas”.

Israel Hernando es uno de los vecinos que ha salido a la calle estos días. Forma parte de Bulevar Ahora No, movimiento vecinal que recogió el testigo de otra plataforma anterior que se disolvió días antes de que se iniciaran las movilizaciones. “¿Te imaginas que en Madrid cortan la Gran Vía para hacerla peatonal, sin consensuar con nadie? Gamonal necesita otras cosas antes, como ayudar a su gente”. Y a continuación cita de memoria la lista de recortes sociales (sanidad, guarderías, alumbrado, seguridad vial…) que ha sufrido el barrio durante el periodo de crisis para demostrar que sobran los motivos.

“La lucha de Gamonal es una lucha social. La ciudadanía rechaza la forma en que se gestiona el dinero público”. Es la opinión de Mónica Ibáñez, profesora de Sociología en la Facultad de Derecho de la Universidad de Burgos. “Hay un claro desencanto popular. Un barrio obrero, azotado por el paro, ve todo esto como un insulto y reacciona. No hace falta que haya algo orquestado. Las cosas pueden formarse por inercia, pero es cierto que nunca nos vale con la realidad y necesitamos trascender. El bulevar es la representación de algo que se considera innecesario, pero la cuestión no es el bulevar en sí mismo”.

Promesa electoral

El bulevar de la discordia pretende remodelar, a su paso por Gamonal, un tramo de la infinita Calle Vitoria (levantada sobre la antigua nacional Madrid-Irún), el eje que atraviesa toda la ciudad y une el centro con su satélite. Como si de la reforma del aborto se tratara, el alcalde de Burgos, el popular Javier Lacalle (1969), pretende llevar a cabo su promesa electoral al pie de la letra, independientemente del número de voces críticas existente. Para la profesora Bernal, “esto es resultado del hartazgo generalizado. La gente está harta de tanta prepotencia y cansada de hacer las cosas por las buenas”.

Israel Hernando es uno de los vecinos que ha salido a la calle estos días. Forma parte de Bulevar Ahora No, movimiento vecinal que recogió el testigo de otra plataforma anterior que se disolvió días antes de que se iniciaran las movilizaciones. “¿Te imaginas que en Madrid cortan la Gran Vía para hacerla peatonal, sin consensuar con nadie? Gamonal necesita otras cosas antes, como ayudar a su gente”. Y a continuación cita de memoria la lista de recortes sociales (sanidad, guarderías, alumbrado, seguridad vial…) que ha sufrido el barrio durante el periodo de crisis para demostrar que sobran los motivos.

“La lucha de Gamonal es una lucha social. La ciudadanía rechaza la forma en que se gestiona el dinero público”. Es la opinión de Mónica Ibáñez, profesora de Sociología en la Facultad de Derecho de la Universidad de Burgos. “Hay un claro desencanto popular. Un barrio obrero, azotado por el paro, ve todo esto como un insulto y reacciona. No hace falta que haya algo orquestado. Las cosas pueden formarse por inercia, pero es cierto que nunca nos vale con la realidad y necesitamos trascender. El bulevar es la representación de algo que se considera innecesario, pero la cuestión no es el bulevar en sí mismo”.

El pasado de Gamonal puede ayudar a entender el presente incendiario. No hace mucho, en el año 2005, el entonces alcalde popular, el exministro Juan Carlos Aparicio, renunció a los planes municipales de construir un parking en el barrio ante la oposición violenta de los vecinos. Ahora como entonces los problemas de circulación y aparcamiento son característicos, hasta el punto de que en algunas perpendiculares a la Calle Vitoria los coches en doble fila se aparcan sin freno de mano echado para poder ser desplazados. Pese a todo, el Ayuntamiento vuelve a disponer y los vecinos, a rechazar.
Esta particular idiosincrasia de Gamonal tiene raíces históricas. Hasta 1955 fue un municipio independiente. Ese año, Burgos incorporó bajo su perímetro a la remota aldea fechada en 935, cuando sólo era un asentamiento de campesinos ubicado en el radio de influencia del Castillo de Burgos, según explica Luis Castro, profesor del IES Félix Rodríguez de la Fuente en el trabajo “Apuntes para la historia de Gamonal de Río Pico”. El desarrollo de aquel enclave, cruce de caminos jacobeos y entorno propicio para la planta del gamón, corrió en paralelo al de Burgos hasta la mitad del SXIX.


* El Confidencial - Carlos Hernanz - 14.1.14
Foto: Burgos, asamblea vecinos Gamonal - elconfidencial



3 comentarios :

cobayin dijo...

Es penoso el discurso de este alcalde. Recapitulemos la historia:
1)Los vecinos llevan meses oponiéndose a la remodelación, que básicamente consiste en gastarse un pastizal con la constructora del enchufado y además les quita una plaza de garaje en superficie que tienen gratis mal que bien (eso el que encuentra donde aparcar) y a cambio de 20000 euros de nada les vende un garaje. El alcalde no les hace ni puñetero caso.
2)Cuando se les terminan hinchando y montan bronca salta el alcalde diciendo que a el le respalda todo el pueblo de Burgos que lo ha elegido "democraticamente" (será que los del Gamonal son de fuera de Burgos o no pagan impuestos) y que no tolerará más actos incívicos.
3)Para que quieres más, en este pais basta que algún capullo diga "a que no hay huev..." para que se monte aún otra más gorda.
4)Al alcalde le tiran de las orejas el que se las puede tirar, le dice que verdes las han segado y que arregle el desperfecto antes de que la cosa pase a mayores y tengamos un disgusto. Así que ahora monta un grupo de trabajo (que como todo el mundo sabe no sirve mas que para perder el tiempo y que las aguas retornen a su cauce) y dice que el quiere lo mejor para su bolsillo , perdón, "pueblo" (en que estaría yo pensando).
Desde aquí envio un fuerte abrazo y mi apoyo a la causa de los vecinos de el Gamonal, que peleen por lo suyo porque nadie más lo va a hacer por ellos.

chache dijo...

Una cosa es poner un bulevar y carril bici, que no creo que se opongan, y otra muy distinta, es dejar sin aparcamiento a miles de vecinos, porque si.

Si la cosa se gestionara bien, se podrían hacer varios parkings públicos y alquilar las plazas a los habitantes del barrio, pero el problema de eso, es que no da dinero a los bolsillos del políticos y amigos de turno.

Si una empresa privada, puede construir un parking y gestionarlo, obteniendo beneficios, ¿Por qué un ayuntamiento no puede? Efectivamente, no puede, porque no robaría todo lo que quiere robar ahora mismo.

justosporpecadores dijo...

¡Basta ya de iba en programa!... en el programa van muchas cosas pero no se explican las realidades finales y es lógico que cuando se conoce el proyecto en su totalidad surjan los problemas.

No se en este caso, pero en la mayoría de estas obras los vecinos no tienen facil acceso al plan y mucho menos a poder opinar: se encuentran con la excavadora en su puerta y es cuando realmente se dan cuenta de que va el tema y no tienen más remedio que protestar de la única manera que pueden.

Y hablando de programas, después de lo que estamos viviendo en Epaña, con todas las promesas incumplidas y politicos desdiciéndose de lo que antes eran dogmas inquebrantables... ¿a que viene ahora esgrimir programas? ¿quien decide cual punto del programa se puede incumplir y cual no?

Esta mañana oigo al vicealcalde: ... se habilitan 600 plazas de aparcamiento a escasos metros de la obra ¿a escasos metros? ¡a 600 metros!. Este señor tiene plaza de garaje bajo su casa y los demás le importan un bledo, toda verdad a medias es válida para justificar una tropelía