España se rinde y confía su recuperación al 'ladrillo'

Algo que parecía inconcebible hace poco tiempo: hay bastantes síntomas de que se vuelva a apostar por el ladrillo en este país. Tras la debacle de la reciente 'burbuja inmobiliaria', que nos sumió en la mayor crisis-estafa que se ha visto en décadas, los mismos que la produjeron, políticos y financieros especuladores, están dispuestos a exprimir más aun el territorio hasta que no quede ni un centímetro libre de su nefasta influencia. Porque es evidente que no se trata de racionalizar la Ordenación Territorial sino de seguir especulando con ella, tratarla como otra mercancía más, cuando debería ser la base de una mejora de la calidad de vida para todos. Terrible panorama el que se avecina.
"MARÍA VEGA* : Nos hundió en la crisis y ahora parece estar llamado a sacarnos de la miseria. En un país sin apenas industria, sin consumo interno y sin financiación para proyectos empresariales, el ladrillo se perfila, seis años después del estallido de la burbuja, como el único motor capaz de atraer inversión a la economía real española. Tras cerrar el peor capítulo de esta crisis financiera en 2012, España ha vuelto a entrar en el radar de las firmas de capital riesgo, fondos de inversión y grandes inversores internacionales dispuestos a inyectar miles de millones de euros allí donde vean una oportunidad.

Ni el turismo, ni las empresas exportadoras del país de las que tanto alardea el Gobierno parecen capaces de sacar provecho a esta nueva coyuntura. Ese dinero fresco que ha devuelto el optimismo a Emilio Botín quiere aterrizar en España con un destino claro: el sector inmobiliario.

Desde la vuelta de vacaciones, no hay banco de inversión que no saque a relucir en privado el fuerte interés de los fondos extranjeros por entrar en el ladrillo. "Están todos esperando a que toque fondo. Pasa como en Cuba: todos quieren estar listos para comprar casa justo antes de que muera Castro", ironiza el directivo de un banco de inversión español.

Las ventas cerradas por el banco malo (Sareb) con fondos como HIG o las de la Comunidad de Madrid con Goldman Sachs han encendido las alarmas de sus competidores que no quieren quedarse atrás en esta carrera.

"Cuando un par de fondos entran en un sector, se produce un efecto dominó. El resto empieza a comprar para no quedarse fuera si la cosa funciona. Nadie quiere perderse la fiesta", resume un ejecutivo que trabaja con estos inversores.

En Bolsa, las empresas del ladrillo también han sido las que más han subido en los últimos seis meses. Mientras, en el Ibex Sacyr Vallehermoso es la que más gana desde mediados de abril, en el Mercado Continuo, la inmobiliaria Quabit es la estrella en ese tiempo.

La incapacidad de la clase política y empresarial para encontrar una alternativa de crecimiento en España deja la recuperación del país en manos de esos inversores.

Para entender el impacto que puede tener esa inversión a medio plazo en el bolsillo de los españoles, basta con analizar el caso de Estados Unidos. El crecimiento del 2,5% del PIB de la primera economía mundial ha sido posible gracias al consumo (que ha aportado 1,2 puntos), la inversión (con una contribución de 0,9 puntos), la Bolsa (con 0,6 puntos) y se ha visto lastrada en 0,2 puntos por los problemas de la Administración, según los datos que BlackRock manejaba en septiembre.

En España, con el sector público ahogado por las deudas y el consumo interno sumido en una depresión por el paro y las continuas rebajas salariales, empresarios y Gobierno han tirado la toalla a la espera de que esa inversión reactive la economía.

Lejos queda el discurso que con poco tino abanderó José Luis Rodríguez Zapatero sobre el cambio de modelo productivo. Ahora, lo que se lleva entre las grandes fortunas es volver a comprar pisos.


* El Mundo - Opinión - 21.10.13
Foto: El Roto, viñeta ladrillo - elpais.com 20100911



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