«Si el ruso va a necesitar una licencia, tendrá que aflojar»

ELPERIÓDICO/Girona* : La operación Clotilde ha puesto al descubierto un oscuro entramado en Lloret de Mar, en el que pueden estar involucrados varios concejales y funcionarios. Además del presunto trato de favor que el exalcalde y diputado en el Parlament Xavier Crespo (CiU) dio a la mafia rusa a cambio de dinero, viajes a Rusia y otros regalos, el informe elaborado por la Guardia Civil incluido en las diligencias judiciales, a las que ha tenido acceso este diario, revela otras irregularidades que, según los investigadores, han convertido a una parte del ayuntamiento en «una maquinaria de corrupción».
El informe, de unas 140 páginas, explica con detalle las conversaciones telefónicas intervenidas a los imputados en el caso, entre ellos el propio Crespo y el hasta hace poco teniente de alcalde Josep Valls, que fue regidor de Urbanismo en la pasada legislatura. De ellas se deduce el trato de favor que el consistorio dio al empresario ruso Andrei Petrov -vinculado por la investigación con la mafia rusa- durante el mandato de Crespo a la construcción de un centro comercial en la antigua plaza de toros y al proyecto de otra zona comercial en la finca donde estaba ubicado el hotel Blanca Aurora.

Las escuchas también han destapado el supuesto cobro de dinero por parte de funcionarios y de la secretaria del actual alcalde, Romà Codina (CiU), a cambio de concertar citas con él. En una conversación del 11 de octubre del 2011, la secretaria de Petrov, Jessica Holguin, explica a un amigo llamado Gonzalo que para llegar al alcalde «tiene que pasar por dos personas»: una trabajadora del ayuntamiento que se llama Inmaculada, que haría llegar una carta de invitación «a la secretaria personal del alcalde [Mònica Danes], y esta a su vez modificaría su agenda para que acudiera a la cena».

«LAS COSAS VAN ASÍ» / El informe de la Guardia Civil revela que por esa gestión se cobraba entre 35.000 y 40.000 euros, «que serían repartidos entre esas dos personas [las secretarias]». Gonzalo se muestra interesado en este asunto, ya que afirma que tiene un cliente ruso muy rico «que necesita que le ayuden». No obstante, pone pegas porque considera que la cifra es muy elevada y porque tampoco hay garantías de que el encuentro se salde con éxito, a lo que Holguin le replica de forma tajante: «Si el ruso va a necesitar que le aprueben o que le den alguna licencia de obras, tendrá que aflojar, ya que en Lloret las cosas van así».

En otra conversación con una amiga, Holguin, que está imputada pero bajo protección judicial, explica que su jefe «ha podido conseguir una penetración política en el consistorio al más alto nivel» a cambio de pagos irregulares.

La Guardia Civil también sostiene que el concejal de Comercio en el último mandato de Crespo, Víctor Llasera, se reunió con Petrov para que en el centro comercial de la plaza de toros se instalara un Carrefour, «realizando tareas de intermediación con los responsables de la cadena a cambio de una comisión y, además, de que la esposa de Crespo, Guadalupe Oliva, médico de profesión, ejerciese como responsable de salud del centro comercial».

En una charla entre la arquitecta y asesora de Petrov, Pilar Gimeno, y el actual concejal de Urbanismo de Lloret, Jordi Martínez, este reconoce que se habían producido «diversas irregularidades» en el convenio de la plaza de toros. En otras conversaciones de Gimeno con Petrov, el supuesto mafioso ruso afirma que en España todo el mundo tiene un precio y es susceptible de ser sobornado. Petrov se muestra indignado con el ayuntamiento y pregunta a Gimeno «si tiene que besarlos» y «si hay un precio», a lo que la arquitecta le responde que tiene que hacer «todo lo que pida el cliente». En otro pinchazo, Gimeno reconoce que las obras del proyecto Blanca Aurora se estaban realizando sin un aval que ascendía a más de 300.000 euros.

Los investigadores detallan, asimismo, una reunión de Crespo, Petrov y Valls en el restaurante Botafumeiro de Barcelona el 16 de septiembre del 2010. Y añaden: «Aunque en un primer momento se habían citado en un restaurante de Lloret, decidieron a última hora cambiar de lugar, supuestamente para que no les detectaran juntos».


* El Periódico - J. G. ALBALAT / BARCELONA / FERRAN COSCULLUELA / GIRONA - 1.3.13
Foto:  
CITA EN EL BOTAFUMEIRO 3 Xavier Crespo conversa por el móvil mientras Josep Valls habla con uno de los camareros del restaurante Botafumeiro de Barcelona, el 16 de septiembre del 2010, tras comer con Petrov. EL PERIÓDICO


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