El urbanismo, una cuestión de salud

MÁLAGAHOY* : Expertos alertan de que el diseño urbano de una ciudad influye en la aparición de enfermedades y abogan por planificar en base a ello.
El urbanismo desmesurado y sin planificación no solo incide directamente en el calidad del medio ambiente. Un desarrollo urbanístico poco sostenible se refleja, y mucho, en la salud de las personas que lo padecen acarreando graves efectos pese a que cada vez son más los estudios científicos que alertan de ello. En la jerga de la psicología se conoce como trastorno por déficit de naturaleza, cuando se produce una falta de contacto con los espacios verdes, y estrés ambiental, más referido a los efectos que produce el vivir en un entorno urbano. La ansiedad, la irritabilidad, el insomnio, los problemas cardíacos, la obesidad o la pérdida auditiva son solo algunas de las consecuencias que los expertos advierten que pueden aparecer en aquellos que viven en ciudades con pocos espacios verdes a su alrededor.

Está demostrado por ejemplo, según explicó la profesora de Psicología Ambiental de la Universidad de Málaga (UMA) Carmen Hidalgo durante la tercera jornada sobre urbanismo, medio ambiente y salud celebrada ayer y organizada por el Observatorio de Salud y Medio Ambiente en Andalucía (Osman) en colaboración con el Observatorio de Medio Ambiente Urbano (OMAU) de Málaga, que la simple vista a una zona verde desde una ventana de un hospital beneficia la recuperación de los pacientes en menos tiempo y con menos analgésicos, o que la presencia de vegetación en una escuela reduce el estrés en la población infantil.

Los efectos negativos de la falta de contacto con la naturaleza contrastan con los beneficios que acarrea la cercanía a ella. Los estudios demuestra que mejora el estado emocional y la capacidad de atención y concentración, algo que la experta explicó guarda relación con "la afinidad que siente el ser humano hacia la naturaleza desde el principio de la historia y que se conoce como hipótesis biofilia".

Tantas son sus ventajas que cada vez son más los que recomiendan que estos estudios se tengan en cuenta a la hora de planificar el diseño urbano de una ciudad. El director del Osman, Antonio Daponte, coincidió en que es "fundamental" que urbanismo y salud vayan de la mano en el escenario actual al que se refirió como "medio ambiente construido". Máxime cuando está demostrado, dijo, que la mortalidad y algunas enfermedades como la obesidad están vinculados con las desigualdades sociales entre barrios donde no hay zonas verdes o donde no tienen la proximidad de los servicios básicos. Es decir, señaló Daponte, que una zona con diversidad de usos del suelo "favorece la actividad física y evita el sedentarismo de los que viven allí".

La tendencia, advirtió el director del Omau, es a "crear ciudades como las norteamericanas cada vez más dispersas que obligan a coger el coche para todo en detrimento del modelo de ciudad compacta y compleja típicamente mediterránea". Poco se puede hacer ya sobre lo construido, aunque sí subsanar posibles errores del futuro y minimizar los efectos sobre la salud. La Junta de Andalucía prepara un decreto que obligará a los promotores urbanísticos a realizar una evaluación de impacto en salud como requisito obligatorio. Hay quien duda de su eficacia. Pero habrá que esperar...


* Málaga Hoy - RAQUEL GARRIDO - 25.1.13
Foto: Contaminación, niño chino - lienzodebabel

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