Galicia duplica a España en densidad de hábitats, pero está a la cola en protección

ELPAÍS* : La concentración de zonas ambientales sensibles, que la Unión Europea insta a proteger, dobla en Galicia la media de España. La comunidad, sin embargo, está a la cola de porcentaje cubierto por la Red Natura, la malla ecológica que creó Europa para preservar los hábitats de interés y prioritarios en el continente. En cada 100 kilómetros cuadrados de Galicia se cuentan una media de 17,4 hábitats, mientras que en el resto de España se concentran 8,2. La ampliación de la Red Natura que propone la Xunta eleva el terreno protegido del 11,8% al 15%, pero esos tres puntos más no sacan a Galicia de la cola de España y deja fuera, como denuncian las asociaciones ecologistas, áreas importantes, las zonas de corredor entre los diferentes Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) —lo que, insisten, le daría esa dimensión de malla— y abre huecos donde “casualmente están previstos varios desarrollos eólicos y canteras”.

Con 72 tipos de hábitats, de los cuales 18 tienen la consideración de protección prioritaria para Europa, Galicia es la tercera comunidad, por detrás de Cataluña y Andalucía, en número total de hábitats. Cuatro de ellos solo pueden encontrarse en la comunidad.

Que Galicia acumule tanta diversidad de espacios de interés y prioritarios muy repartidos por el territorio —solo dos áreas de 100 kilómetros cuadrados en toda la comunidad no tienen hábitats cuya protección es preferente para la UE y son los que coinciden con las ciudades de A Coruña y Vigo— pero su Red Natura sea insuficiente, como dice la Comisión Europea, “no se entiende”. El catedrático de Botánica en la Universidade de Santiago, Javier Guitián, deriva a “razones políticas” para entender esa extraña relación. “La propuesta inicial de la primera Red Natura contemplaba un mayor territorio”, explica el profesor, que trabajó en la elaboración de los mapas de especies vegetales en esa redacción inicial. Tras el trabajo de los expertos, llegó el filtro político. La ampliación hasta el 18% de la Red Natura que prometió hasta la saciedad el Gobierno bipartito pero que nunca llegó a aprobar y la que que tiene en exposición pública el Ejecutivo de Alberto Núñez Feijóo que se queda en el 15% está redactada por, prácticamente, el mismo equipo del Instituto de Biodiversidade Agraria e Desenvolvemento Rural (Ibader) de la Universidade de Santiago. Sus firmantes editaron en 2008 Os hábitats de Interese Comunitario en Galicia. Descrición e Valoración Territorial, un documento que analiza la “elevada diversidad gallega de hábitats”. La ampliación de la actual Xunta se centra en recoger bajo esta figura de protección los hábitats prioritarios que la Unión Europea señala que son deficientes en Galicia, sin tener en cuenta los de interés que podría amparar.

En ese trabajo del Ibader se destaca la costa, sobre todo en las provincias de A Coruña y Lugo, como la línea de oro de la comunidad donde se aglutinan, por la confluencia del espacio marino y terrestre, el mayor número de hábitats. Al norte, entre los ayuntamientos de Viveiro y Xove, se cuentan 39 hábitats de importancia y nueve prioritarios: no es posible encontrar en España una mayor acumulación de entornos a proteger. Es la confluencia de los LIC de Monte Maior, río Landro y Costa da Mariña Occidental. A pesar de que el Plan Director de la Red Natura, que regula las actividades que se pueden realizar, excluye nuevas minas y desarrollos eólicos, la Xunta da cabida a las piscifactorías en esta línea de costa, incluidas las zonas más sensibles. La Red Natura gallega está dividida en tres zonas con diferentes grados de protección: la más restrictiva, llamada de conservación, representa el 26,3% de la Red Natura. En el 67,7% entran las zonas más humanizadas y admiten actividades no tradicionales además de carreteras y gasolineras. El 6% que resta se extiende por las áreas con alto nivel de urbanización. Guitián avisa que los ecosistemas de los litorales “son más vulnerables” que otros de interior. “Son más susceptibles de ser alterados, que se modifique su nivel de agua dulce, de salinidad o que se modifiquen las dunas y soportan una gran presión urbanística. Un brezal, por ejemplo, tiene más capacidad de absorción. A los ecosistemas de litoral hay que mimarlos”.

Solo en Galicia es posible contar más de 35 hábitats en 100 kilómetros cuadrados. Cuatro celdas de ese valor se encuentran en A Coruña, justo en los LIC Costa da Morte y Carnota-Monte Pindo, que el PP rechazó convertir en Parque Natural, y una, la de LIC Monte Maior, río Landro y Costa da Mariña Occidental, marca en Lugo el tope español. Guitián lo explica por la hetereogenidad de Galicia. “Hay una diversidad climática grande, con una zona mediterránea y otra atlántica, también hay hetereogenidad en los sustratos y la diferencia que supone frente a otras comunidades tener mar. La conjunción de todos estos factores y la diversidad de usos, como algunos bosques de castaños y pastizales, condicionan que Galicia sea tan rica”, detalla.

Lugo, que aúna los entornos naturales de litoral y montaña, suma 69 hábitats, 18 de ellos prioritarios. Le siguen A Coruña con 55, Pontevedra con 52 y Ourense con 40. Aunque la provincia de interior se queda de última en la clasificación, si tuviera un tramo de costa “podría ver incrementado su número de hábitats en 20, colocando a esta provincia en segundo lugar”, indica el informe del Ibader. La diversidad de entornos sensibles de las provincias puede competir también con comunidades enteras. En esa clasificación, Pontevedra y Ourense estarían en el número undécimo y duodécimo, A Coruña competiría en el séptimo lugar, mientras que Lugo se situaría de cuarta, justo detrás de Galicia. En todas las provincias, además, existe una “elevada proporción” de hábitats cuya protección la Unión Europea considera prioritaria.

Espacios valiosos, pero que ya están preservados en Europa

Antes de que la dirección general de Conservación da Natureza emigrara de Medio Rural a la Consellería de Infraestruturas, Territorio e Medio Ambiente, su responsable por entonces, Samuel Juárez, insistía en la UE no exige que se cumpla un porcentaje mínimo de territorio bajo Red Natura, sino que se incluyan las especies y hábitats de interés prioritario bajo esta figura. Cada vez que se le preguntaba por qué Galicia cierra la lista de porcentajes de esta protección por comunidades, Juárez ponía de ejemplo a Dinamarca que, con un 9% de áreas protegidas ya ha cerrado su red ecológica, y recordaba que la bioregión atlántica, la mayoritaria en Galicia, es más frecuente en Europa. Canarias, por ejemplo, con 22 hábitats protege el 71,5% de su territorio. Esto se debe a que las islas tiene prácticamente todos los ejemplos de hábitats de la región macaronésica, de origen volcánico, que hay en Europa.
Para Guitián, sin embargo, esto supone “una limitación” de la Directiva Hábitats de la UE. “Hay bosques atlánticos en Galicia que no están incluidos en la Red Natura porque están bien representados en el centro de Europa, ocurre con algunas carballeiras por ejemplo, que no se incluyen. Eso es una limitación porque muchas de estas comunidades están en su límite sur de expansión, lo que les da muchas peculiaridades”, argumenta. La asociación ecologista Adega clama contra una ampliación que “no está a la altura” de las especies y hábitats que atesora Galicia e insiste en que “no satisface las demandas de la Comisión Europea”. También el colectivo Galiza non se vende, que acaba de presenta sus alegaciones a la ampliación, considera que los espacios protegidos “son muy escasos en comparación con el valor ambiental del territorio” y, como Adega, reclama la creación de nuevos LIC.
El debate sobre el porcentaje de representación se queda atrás para el catedrático porque, dice, está sin abordar algo más preocupante: la “ausencia absoluta de gestión” de los territorios que declarados Red Natura. “Hay espacios que nadie, ni siquiera los vecinos saben que están protegidos”, afirma. La Xunta presentó el pasado verano el Plan Director de esta red ecológica que regula sus usos, pero permite instalar piscifactorías y actividades industriales “compatibles”. “A veces hay el cartel que indica que es un LIC pero nadie hace nada por su conservación”, dice Guitián que considera que no vale de nada tener una norma directora del espacio “sin que sea un plan de protección efectivo y que beneficie también a la población”.


* El País - MARÍA PAMPÍN Santiago de Compostela 1 ABR 2012
Foto: El río Landro, Lugar de Importancia Comunitaria situado en el término municipal de Viveiro, en A Mariña. / ANXO IGLESIAS

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Sevilla.- Una ruina de edificios

ABC* : La situación económica no favorece ni la construcción de nuevas viviendas ni su rehabilitación o reforma, pero en muchos de los edificios o solares abandonados que se ven en la ciudad a esa realidad hay que sumarle la dejadez de los propietarios que, por múltiples circunstancias, incumplen sus deberes de mantenimiento de inmuebles o de edificar en el caso de los solares. Urbanismo lleva a cabo una labor de vigilancia sobre solares y edificaciones y cuando ve que no se cumplen las condiciones de seguridad, salubridad y ornato público necesarias abre expediente a la propiedad para que acometa las obras. En la mayoría de los casos, los propietarios atienden esa instancia, pero si no lo hacen el paso siguiente es incluir el inmueble en cuestión en el registro municipal de solares.

Incribir un solar o edificio en ese registro es un aviso más a sus propietarios, ya que supone que el inmueble en cuestión es declarado en ruina y a partir de ahí tiene un plazo de dos años para solicitar licencia de obra que palíe esa situación. Si pasado ese plazo —que se suele ampliar por recursos y autorizaciones de licencias que finalmente no se llevan a cabo—la propiedad no acomete ninguna actuación, el Ayuntamiento, a través de Urbanismo, puede llegar a expropiar el edificio o solar o bien favorecer la venta forzosa a un tercero por el justiprecio conforme a la ley (lo que suele conllevar una pérdida importante con respecto al valor del mercado), con lo que será el comprador quien se hará cargo de la recuperación del inmueble. En la actualidad, y dada la situación de las arcas municipales, es esta última la opción más usual.

Pues bien, actualmente, en el registro municipal de solares hay inscritos un total de 90 inmuebles. Su distribución señala que un tercio de los edificios en mal estado se encuentran en el casco histórico, 30, pero detras de ese distrito es el de Macarena el que más inmuebles en ruina acumula, hasta alcanzar los 21, junto con el distrito Este. Un barrio relativamente nuevo como Nervión acumula ya 9 inmuebles en el registro de solares municipal y otro que históricamente acumulaba muchos edificios en una situación ruinosa, Triana, ha reducido su número hasta 6, tras la revitalización del antiguo arrabal en la época del boom urbanístico. También el distrito Bellavista-La Palmera tiene inmuebles en este registro de ruinas, 2, y hasta el de Cerro-Amate tiene uno.

Muchos de ellos están afectados por la moratoria de 30 meses para el deber de edificar aprobada por el Ayuntamiento atendiendo a la crisis y que vence en noviembre de este año. Esa moratoria pone en suspenso los procedimientos de expropiación aunque no las actuaciones para garantizar la seguridad de los inmuebles aunque muchos propietarios no cumplen con ese deber. En 2011 Urbanismo realizó 47 ejecuciones subsidiarias de medidas de seguridad urgentes, tanto en inmuebles declarados en ruina como en aquellos en los que su situación suponía en riesgo. El número supera las 42 que se realizaron en 2010 pero es sensiblemente a las de 2009, cuando se acometieron 61, y en 2008, cuando alcanzaron 74. El coste de esas actuaciones se pasa a la propiedad.


* ABC - M. D. ALVARADO - 2.4.12
Foto: Casa de la calle Sol inscrita en el registro de solares del Ayuntamiento - abc

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Satrapías y corrupción

FRANCESC VALLS* : El gobierno provincial fue utilizado en el franquismo a modo de satrapía dependiente del emperador. Si durante la dictadura se hacía más énfasis en la acepción despótica del término sátrapa, con la democracia se optó por poner el acento en otro significado del término: gobernante con astucia. Y astucia es lo que sobra en algunas de estas entidades provinciales.
Hay que aguzar el ingenio para justificar que se cobre más siendo presidente de Diputación que del Gobierno central. Eso sucedía en épocas de José Luis Rodríguez Zapatero con las máximas autoridades de una decena de corporaciones provinciales. No hay motivo para pensar que la proximidad de la Semana Santa haya reconvertido la política salarial en ayunos cuaresmales. Todo el mundo sabe que da más insomnio organizar servicios supramunicipales que el diferencial del bono alemán.

En la mente de todos resuena el nombre de Isabel Carrasco, presidenta de la Diputación de León y conocida en el Partido Popular como “la mujer de los 13 sueldos”. Un cálculo somero y rápido realizado por este diario arrojaba la cifra anual (en 2010) de 158.000 euros. El que fue presidente de la Diputación de Barcelona, el socialista Celestino Corbacho, cobraba 144.200 euros brutos, más 1.800 en concepto de dietas por cada sesión plenaria del Ayuntamiento de L’Hospitalet a la que acudía.

Es que las Diputaciones son tan ecuménicas que no saben de colores políticos. Y además, tienen indudables facultades de taumaturgia: convierten a sus más feroces detractores en fervientes defensores una vez que logran el poder. Lo que cuando se está en la oposición es un vestigio del franquismo se convierte, una vez logrado el bastón de mando, en una herramienta imprescindible para ayudar a los pequeños municipios.

Las Diputaciones Provinciales se han convertido en grandes oficinas de colocación de los partidos políticos, además de en apetecibles tartas con un saneado presupuesto. No se explicaría de otra forma esa especie de pacto de sangre que mantienen las formaciones políticas en los organismos provinciales. Es de sobras conocido el vía crucis por el que pasaron la mayoría de los partidos para destituir hace un par de semanas a Josep Maria Matas de su cargo de coordinador general de la Diputación de Barcelona: es decir, número dos de la entidad. Matas perdió el cargo el pasado 23 de febrero por haber facturado 900.000 euros a la Asociación Catalana de Municipios mientras era su secretario general. La fiscalía abrió investigación al respecto y también lo hizo sobre las llamadas mochilas o sobresueldos que se pagaban en la Diputación de Barcelona bajo el mandato de los socialistas Manuel Royes, José Montilla, Celestino Corbacho y Antoni Fogué. Esas mochilas consistían en una compensación económica de la que se beneficiaban ciertos trabajadores cuando perdían un puesto de confianza y volvían a su plaza de funcionario.

Y es que la Diputaciones son confortables refugios salariales. Un total de 20 denodados diputados provinciales barceloneses son cienmileuristas, gracias a que complementan sus ingresos salariales con dietas. En 2009, de cada 100 euros que ingresaba la Diputación de Barcelona, 37 se destinaban a pagar salarios. En 2011, un total de 2,53 millones sirvieron pagar a “personal eventual de confianza”, liberados de los partidos políticos.

¿Debe sorprender, pues, la complicidad, generosidad, camaradería y buen rollo que impera entre las distintas formaciones que comparten mesa en la Diputación de Barcelona? El pasado martes, todas las formaciones, excepto Iniciativa Verds, decidieron mantener el sueldo a Josep Maria Tous, el hombre ungido por CiU para relevar al destituido Matas en el cargo de coordinador general. Pues bien, ahí va la historia para los amantes del buenismo y de la reinserción social: Tous estaba ese mismo martes detenido y prestando declaración ante la juez por su presunta relación con la trama catalana del caso Campeón, una telaraña urdida para amañar concursos públicos y favorecer a determinadas empresas en la inspección técnica de vehículos (ITV).

No parece un buen principio estar detenido el día de tu toma de posesión. Menos aún si se trata de un cargo que ya lleva una víctima —Matas— y para una institución sobre la pesan demasiadas sospechas. ¿Hacen falta más argumentos para, en época de recortes, desmochar las Diputaciones? La austeridad y la responsabilidad lo están pidiendo a gritos.

En ese viaje a Ítaca al que Artur Mas ha invitado al pueblo de Cataluña, convendría empezar por aligerar y ventilar las bodegas. No sea que la pestilencia de las “pútridas aguas” a las que se refería Oriol Pujol en el congreso de CDC no provenga de España, sino que sea un viejo, conocido y familiar olor.


* El País - Opinión - 1.4.12

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