Sevilla.- El Ayuntamiento no puede parar la Torre Pelli

ABC* : La caducidad de la licencia o la ocupación de vía pública no son problemas para frenar las obras sin exponerse a una demanda millonaria y Fomento no ha planteado objeciones por la altura.
No hay motivos técnicos para parar las obras de la Torre Pelli sin enfrentarse a una demanda millonaria de indemnización por parte de sus promotores. La amenaza lanzada en enero por el nuevo gobierno municipal de suspender la licencia tras la recomendación realizada por la Unesco no tiene asidero en cuestiones técnicas urbanísticas, por lo que el Ayuntamiento no encuentra motivos jurídicos suficientes para frenar las obras.

Con esa información recibirá hoy el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, al representante de Icomos España, el organismo independiente aseor del comité de Patrimonio Mundial de la Unesco que en diferentes ocasiones ha advertido de los efectos nocivos que la altura de la torre de 178 metros tendrá sobre el paisaje urbano de Sevilla y sobre los monumentos declarados patrimonio de la Humanidad de su casco histórico.

Desde enero ha fracasado la vía negociada con los promotores para que ralentizaran voluntariamente la obra en altura, al menos hasta que la Unesco decida sobre la incidencia de la torre en su entorno. No ha prosperado a pesar de que se ha situado a Sevilla en la lista de ciudades apercibidas de perder la declaración de Patrimonio de la Humanidad de tres de sus más singulares monumentos. Una decisión que podría adoptar el organismo internacional tras el informe elaborado por la delegación que envió a Sevilla en el que se reitera a las autoridades la necesidad de parar la torre por su afección al paisaje urbano. No obstante, la decisión oficial no se tomará antes de junio cuando se reúna la asamblea del comité de Unesco en San Petesburgo si no se pospone, como ha ocurrido en anteriores reuniones del organismo internacional. Para entonces, la estructura de la torre puede estar casi concluída. El Ayuntamiento, que en su día por medio de otra Corporación avaló la licencia del proyecto, sabe que paralizar la obra por este motivo con carácter preventivo daría pie a una demanda de los promotores a la que económicamente no puede hacer frente en las actuales circunstancias económicas. Ni Cajasol, ni posteriormente Banca Cívica han dado muestras del menor interés por frenar las obras a pesar de las recomendaciones. Y por ahora no parece que los primeros contactos con CaixaBank, nueva propietaria, tras la fusión con la antigua caja sevillana, hayan cambiado el escenario para una modificación del un proyecto al que ya Wikipedia denomina Torre CCB (Cajasol-CaixaBank).

Las obras, por tanto, siguen a buen ritmo a pesar de la petición municipal y la estructura de la torre hace tiempo que superó la altura de la Giralda hasta alcanzar el 60% de sus 178 metros. Y continúan aunque la licencia concedida por Urbanismo está a expensas de una autorización de ampliación solicitada en noviembre de 2011 que la promotora justificaba por especial complejidad constructiva más allá de los 36 meses de ejecución. Dicha prórroga, aunque informada favorablemente, está a expensas desde diciembre de la aprobación por la comisión ejecutiva de la Gerencia de Urbanismo. Pero aun sin la licencia en vigor, tampoco parece técnicamente posible esgrimir esta causa para paralizar una obra sin mediar una clara intención del interesado en abandonar el proyecto.

Seguridad aérea
Además de la caducidad de la licencia, otros de los inconvenientes estudiados por Urbanismo cuando se planteó la necesidad de paralizar la obra era la posible afección a la seguridad aérea. El Ministerio de Fomento, a través de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, ya sancionó a la promotora con 140.000 euros por no solicitar el preceptivo permiso a la hora de iniciar las obras de un edificio en altura que puede afectar al espacio de navegación aérea, como todo edificio de más de 90 metros ubicado en un entorno de 20 kilómetros del aeropuerto. Aunque la ministra Ana Pastor informó en su día de que su departamento estudiaría el caso, no parece que la incidencia supusiera una drástrica modificación del proyecto. Fomento no ha hecho pública otra advertencia. Fuentes consultadas por ABC señalan que, en todo caso, la modificación en altura no será mayor de seis u ocho metros.

Otro de los inconvenientes de la obra detectado por los técnicos de Urbanismo es la desviación de las cotas autorizadas del proyecto con la consiguiente invasión de la vía pública. Los promotores ya fueron sancionados por ocupación de viario por el cajón de obras, pero las mediciones topográficas realizadas posteriormente han confirmado que el proyecto está desplazado, afectando a los viarios colindantes en algo menos de un metro. Esta circunstancia daría pie a la adopción de medidas disciplinarias, incluso, según expertos consultados, la normativavigente permite suspender la obra hasta la adopción de medidas para que el proyecto se ajuste a su licencia o hasta que se sancione la irregularidad, pero sería paradójico y poco proporcional que el Ayuntamiento, incapaz de parar las obras de la torre por la incidencia de su altura, 178 metros, lo hiciera por una desviación de un metro de un proyecto de un total de 59.000 metros cuadrados de superficie.

Otro manifiesto contra el proyecto
La Asociación de Profesores para la Difusión y Protección del Patrimonio Ben Baso manifestó ayer su «escándalo» porque Cajasol no haya paralizado las obras de la Torre Pelli tras tres recomendaciones del Comité de Patrimonio Mundial (Sevilla, 2008, Brasilia 2009 y Paris 2011) y el «demoledor informe» redactado por los especialistas enviados por el Centro de Patrimonio Mundial en la Misión Reactiva de noviembre de 2011.
En un comunicado, la asociación conservacionista expresa su preocpuación por que «las instituciones no muestren la determinación suficiente para obligar a la sociedad bancaria Caja Cívica a parar las obras», al tiempo que valoran el movimiento ciudadano patrimonialista de la Plataforma ciudadana Túmbala y apelan a la «sensibilidad» del nuevo propietario del proyecto —CaixaBank— para que no permita que su construcción sitúe a Sevilla en la lista de «Patrimonio en peligro» del comité de la Unesco.

Querer es poder
ADRIANO

La cita viene al pelo. El Ayuntamiento quería parar la Torre Pelli y no ha podido. Le ha faltado el poder. El verdadero poder que, a menos que este mundo cambie radicalmente, reside en el dinero. Y el poder político, incluso con una mayoría absoluta de veinte concejales, se arruga ante la amenaza de una demanda millonaria a la que no podría hacer frente la ciudad. Fue el poder y, especialmente, el color del dinero donde se cimentó este proyecto que tan alto ha llegado a pesar de todo.


* ABC - JUAN J. BORRERO - 12.4.12
Foto: Situación actual de las obras de la torre vista desde el Paseo Colón - abc

1 comentarios :

SantaJusta dijo...

Sí se puede parar por estética. Vete a pasear por el río, a la orilla enfrente de la calle Betis, verás tú cómo daña a los ojos ver toda las casas antiguas de Triana y ver la torre esta. Y si no se puede parar por estética, sí por dinero, porque lo que no puede ser es que nuevo torneo esté vacío y cajasol tenga el caprichito de hacer la torrecita.


abc