Málaga.- Las grandes torres se empequeñecen

MÁLAGAHOY* : Los tres grandes iconos urbanísticos de la Málaga del futuro, las torres proyectadas en los antiguos suelos de Repsol, en Martiricos y en la nueva centralidad de la Térmica, se empequeñecen. Y no porque hayan de cambiar nuevamente sus dimensiones en vertical, después de tener que ajustarse a las limitaciones fijadas por Aviación Civil, sino por la larga distancia temporal que habrán de esperar los vecinos de estas zonas para ver cómo se levantan de la tierra.
La realidad, marcada por la crisis económica, hace impensable que estas intervenciones, señeras dentro del modelo urbanístico diseñado por el Ayuntamiento de la ciudad en el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU), en vigor desde hace un par de meses, sean una realidad antes de la próxima década. Es decir, que aún habrá de esperar unos nueve años para que Málaga pueda presumir de urbanismo en altura.

Dos ejemplos palmarios son los proyectos que lideran Caixanovagalicia, en la antigua parcela de los bidones de Repsol, y Espacio y Unicaja, en los viejos suelos de Citesa. En el primero de los casos, fuentes próximas al proyecto admitieron que para la terminación completa de la macrointervención, compuesta de cuatro torres de hasta 135 metros, "al menos estamos hablando de ocho o nueve años, dada la situación económica".

De hecho, el propio anexo relativo a este proyecto incluido en el Plan General es taxativo, al fijar un plazo de cuatro años para la ejecución de las obras de urbanización e implantación de servicios a partir de la aprobación definitiva del planeamiento, mientras que para las edificaciones se establece un plazo de ocho años "a contar desde la aprobación definitiva del correspondiente instrumento de reparcelación". Se apuesta, no obstante, por darle más celeridad a la VPO, puesto que se da un plazo de inicio de estas promociones de cuatro años desde la reparcelación, teniendo que estar terminadas en un máximo de siete años desde esa fecha.

En este mismo escenario se mueven las dos torres de Martiricos, de treinta plantas cada una, y que, según el estudio malagueño encargado de la intervención, podría demorarse aún hasta 2020. Según expuso José Luis Dorronsoro, los documentos técnicos apuntan a la posibilidad de que la primera de las torres esté acabada para 2017, mientras que la segunda lo estaría en 2020. Sin embargo, admite que quizá son previsiones positivas y a las que se podrían sumar un par de años. Lo que sí da por seguro, dado el interés que parecen mostrar las promotoras de la iniciativa, es que el conjunto del proyecto se inicie por las edificaciones destinadas a vivienda de protección oficial, que darán cabida a 202 unidades. "Creemos que eso sí podría estar para antes de 2017", dijo.

Aunque para que eso llegue a ocurrir antes debe haberse desarrollado la urbanización de todo el sector, que incluye, entre otras piezas, un parque de uso público en la zona ocupada hasta hace unas semanas por el rastro. Para adelantar la tramitación necesaria, Dorronsoro explicó que se está avanzando en la redacción del plan especial, al que tendrán que seguirle el proyecto de urbanización y el proyecto de parcelación.

Una de las posibles novedades que se está estudiando en este momento es que el diseño de las edificaciones de VPO lleve la firma del mismo estudio que ha dado forma a las dos torres del complejo, Pei Cobb Freed & Partners. "No está cerrado aún, pero se está valorando para mantener el mismo esquema de diseño", indicaron.

La radiografía de la crisis inmobiliaria resume a la perfección la situación en la que se hallan estos dos proyectos, pero no sólo. Sobre la parcela de La Térmica no se dibujan grandes torres, pero sí una de las nuevas centralidades de la capital, que estará compuesta de 874 viviendas y 36.600 metros de uso terciario (incluyendo hotelero, oficinas y comercial). Los promotores del sector, entre los que se cita a Endesa, no parecen estar muy por la labor de poner en marcha la maquinaria del proyecto.

De hecho, no sólo llegaron a solicitar formalmente la rescisión del convenio que les ata al Ayuntamiento, que les obliga a abonar 58 millones por los derechos edificatorios sobre el terreno, sino que se han demorado más de lo previsto en iniciar los trámites urbanísticos necesarios. La situación es tal que es la propia Gerencia de Urbanismo la que "de oficio" ha decidido empezar a redactar el plan especial de la zona, cuya aprobación inicial podría tener lugar en febrero o marzo del próximo año. Con ello, es el Ayuntamiento el que toma la iniciativa en este proyecto y aprieta las tuercas a las empresas vinculadas a la iniciativa.

El paso, más allá de tener un carácter simbólico, tiene un efecto práctico incuestionable, ya que el acuerdo económico entre las partes obliga a la parte privada a pagar 17,4 millones de euros a los 30 días naturales siguientes a la aprobación definitiva del Plan Especial. La cuantía restante, de 40,6 millones, se vincula a la entrada en vigor del PGOU, sin que por el momento se haya aportado dinero alguno.


* Málaga Hoy - SEBASTIÁN SÁNCHEZ - 13.11.11
Foto: Málaga, proyecto Nuevas Torres - malagahoy

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