"Le he tenido que regalar el Porsche para conseguir que la Xunta actúe"

ELPAÍS/A Coruña* : Los agentes de la Brigada de Delitos Económicos del Cuerpo Nacional de Policía que han seguido durante tres meses los pasos del empresario Fermín Duarte, gerente de la firma Manmer SL, y del entonces diputado del PP Javier Escribano están convencidos de que el industrial regaló un Porsche Boxter al parlamentario a cambio de las gestiones que este se comprometió a hacer ante la Xunta para favorecer a su firma de áridos.
Y así lo detallan en un prolijo informe que figura en el sumario de la Operación Arena que ha llevado al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia a imputar por cohecho y tráfico de influencias al exparlamentario del PP. En dicho atestado, incorporado a la causa, figura la siguiente conversación del pasado 18 de junio entre Duarte y una familiar directa, que la policía transcribe así:
-Fermín Duarte: Ahora tengo problemas para desplazarme. Antes tenía tres coches, el [Volkswagen) Touareg, el BMW y el Porsche y ahora [...]
-Familiar: ¿Has logrado vender el Porsche?
-F.D.: Lo tuve que regalar.

-F.: [Ininteligible]
-F.D.: Donde hay funcionarios, hay corrupción y yo haría lo mismo, como ando metido en lo de los áridos para que la Xunta actúe [...] Se hace más que pagando un abogado, pagando un abogado tienes que vender el coche para pagarle la mitad a un abogado. Y hay que tener un abogado muy bueno. En otras charlas también grabadas por los investigadores, Duarte habla con terceros y se refiere a los manejos que está haciendo ante distintas consellerías su "diputado amiguete", en referencia a Escribano. Éste se muestra obsesionado por reunirse con los conselleiros y los cargos intermedios de los departamentos de Medio Ambiente, que dirige Agustín Hernández, y de Industria, presidida por Javier Guerra. De hecho, en varios de los pinchazos se queja que el secretario general de Calidade e Avaliación Ambiental de la Xunta, Justo de Benito, no deja de darle largas.

Ayer, un día después de que este diario publicase las conclusiones del informe policial que apunta a que el empresario eumés regaló un Porsche al entonces diputado del PP, Escribano remitió a diferentes medios de comunicación una serie de documentos para intentar probar que el deportivo no fue una dádiva sino una mera compraventa. Entre los papeles que mandó a los medios figura un contrato de compraventa firmado por Duarte y el propio Escribano de un Porsche Boxter (del año 2003 y con 75.000 kilómetros), por el que el diputado del PP se comprometía a pagar 10.360 euros en dos plazos. El documento tiene fecha de 7 de abril de 2011 y está firmado por las partes. Según la versión de Escribano, ese mismo día hizo una primera entrega en mano al industrial de 5.360 euros. Para intentar probarlo, adjunta un recibo bancario de una retirada de fondos de 2.990 euros de su cuenta en una oficina de Caixa Galicia.

Escribano también remitió a los medios otro justificante de una transferencia hecha cinco meses después a la cuenta de Duarte por 5.001,55 euros en la que consta en el detalle "2º pago compra vehículo". Este segundo documento tiene fecha del 20 de septiembre de 2011.

Según el informe de la Brigada de Delitos Económicos de la Policía al que ha tenido acceso EL PAÍS, en esas fechas según desvelan los pinchazos telefónicos, Escribano ya tenía constancia de que le estaban investigando y le habían intervenido el teléfono móvil. Lo había contado días antes el propio diputado a una amiga, a la que aseguró que el alcalde de A Coruña y presidente provincial del PP, Carlos Negreira, le había advertido de que estaba siendo investigado por corrupción. A partir de ese momento, según los agentes que han participado en el caso, la actitud de Escribano empieza a cambiar, deja de hablar de asuntos delicados por su móvil y alude por primera vez en tres meses a la factura del coche. La policía sospecha que estaba dando pistas falsas después de conocer el soplo.

Negreira negó ayer en Santiago donde acudió a la presentación del programa electoral del PP que tuviera conocimiento de la investigación judicial antes del pasado jueves, cuando el Tribunal Superior de Xustiza requirió al Parlamento para que acreditase la condición de aforado de Escribano, que dimitió el sábado.

Las grabaciones realizadas entre junio y agosto hicieron pensar a la policía que una filtración había dado al traste con el caso, justo en el momento en que tanto el empresario como Escribano empezaban a soltarse sobre las gestiones que este último estaba realizando ante las consellerías de Industria y Medio Ambiente (en esta última, según se desprende de las charlas, no llegaron a fructificar).

Las averiguaciones policiales también revelan que el 6 de junio de 2011 (dos meses después de esa supuesta operación de compraventa) Escribano puso el Porsche a nombre de su tía, María Dolores Escribano Rey, de 65 años. Posteriormente lo puso a la venta a través de varios portales de Internet. En el anuncio de coches.net ayer figuraba como vendido, sin especificar la cantidad.

Por la denuncia que originó este caso, declaró el pasado viernes en el Juzgado de Instrucción número 3 de Ferrol el empresario Duarte, investigado por un delito ecológico relacionado con los residuos altamente peligrosos que importa de Holanda y vende como conglomerado asfáltico. El industrial quedó en libertad con cargos. El empresario de Cabanas fue detenido el jueves durante las diligencias y registros autorizados por el juez que tutela la investigación desde que la denuncia de la Asociación Gallega de Áridos (AGA) acudió en mayo a la Fiscalía.

Fermín Duarte es un joven empresario que se sirvió de la constructora de su padre para abrirse camino, además de hacer sus pinitos en el sector inmobiliario, la importación de coches y el alquiler de maquinaria a través de las sociedades Rías Altas Obra Civil y Promoción SL, Minart Holding SL, y Bull Machinery Hire SL, en las que figura como administrador. Tres meses de escuchas policiales dieron como fruto los tratos telefónicos de Duarte y el político popular a fin de conseguir nuevos contratos para Manmer en varios departamentos del Gobierno gallego.

Con la dimisión como diputado del pasado sábado, que, según todas las fuentes consultadas, fue forzada por su partido, Escribano pierde la condición de aforado y la causa vuelve al juzgado ferrolano donde arrancó la operación Arena.


* El País - JOSÉ PRECEDO / LORENA BUSTABAD - Santiago / Ferrol - 01/11/2011
Foto: Santiago de Compostela, edificio Parlamento - panoramio

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