Las zonas verdes reconquistan las ciudades

ELNACIONAL/Venezuela* : La moda actual no es crear ciudades inteligentes desde cero, sino adaptar las actuales al siglo XXI. "Las zonas verdes han de estar donde está la gente", afirma Bárbara Pons, profesora de urbanismo en el grado de Arquitectura de IE University y experta en políticas de paisaje.Resulta que más de 50% de la población mundial reside en una urbe y la cifra va en aumento. No parece tener mucho sentido vivir el día a día en espacios artificiales, conquistados por el asfalto, y cuando llega el fin de semana lanzarse como un poseso al volante y recorrer 50, 60 o 70 kilómetros (emitiendo CO2) para disfrutar de un poco de naturaleza."Entramos en una etapa que será larga en la que las ciudades han de avanzar hacia la sostenibilidad en lo ambiental y en lo económico", indica.El objetivo dejó de ser crecer, que bastante se atiborraron de suelo durante años y años de ladrillo. Ahora el reto consiste en reinventar los espacios existentes. Hacerlos biodiversos, multifuncionales, puntos de encuentro y convivencia.

Madrid Río es un ejemplo paradigmático: por debajo pasan los autos; por encima las bicicletas, los patines, los viandantes, carritos, niños, gente trotando."La Unión Europea es cada vez más estricta respecto al tránsito urbano, hay actuaciones para peatonalizar áreas densas de población, y calles que perderán en calzada y ganarán en aceras", enumera la profesora. Bulevares regenerados con árboles que, por ejemplo, unan los pulmones de la capital. "Lo que hace falta son corredores verdes que los comuniquen, que los acerquen a sus habitantes. Está demostrado que esa interconexión favorece los ecosistemas, que los pájaros circulen de una a otra mancha verde".Gestión. Ahora bien ¿cómo de− bería una smart city gestionar la biodiversidad? Entendiendo por biodiversidad la definición de la RAE: "Variedad de especies animales y vegetales en su medio ambiente". Expertos entrevistados incluyen al ser humano en la ecuación, como una parte más del ecosistema, cada vez más activo y participativo, concienciado, con opinión sobre lo que quiere y lo que no para su zona residencial, informado de lo que consume."La tecnología es el medio, la herramienta, para obrar este cambio", insiste Silvia Guzmán Araña, directora de sostenibilidad y medio ambiente de Telefónica. "Porque permite recoger los datos, medirlos, gestionar y controlar mejor los recursos para avanzar, entre todos, hacia una mayor eficiencia. Cada vez se instalan más sensores en los parques que impiden que los aspersores salten si está lloviendo o, todo lo contrario, avisan si hay poca humedad y las plantas necesitan agua", dice."Solemos utilizar el símil de la ciudad como un ser vivo al que mediante sensores conectamos con su inteligencia, que no está tanto en las grandes computadoras y en los procesos de datos como en sus ciudadanos", insiste Jorge Martín, gerente de M2M y Soluciones Sectoriales. La compañía telefónica ha acordado con el ayuntamiento la creación de un gran bosque urbano con dos pistas deportivas, zonas de paseo y de estacionamiento y una gran plaza para todo público en los alrededores del Distrito Telefónica (Madrid).Y de puertas para afuera participa en el proyecto Smart Santander, banco de pruebas de innovación tecnológica, y calado europeo; y más secundariamente en Málaga Smart City, que busca un mix energético de renovables y aspira a la ecoeficiencia. Ambas poblaciones ocupan los primeros puestos, junto con Barcelona, Madrid y San Sebastián en el índice de ciudades inteligentes presentado en septiembre por la consultora IDC.Todas han echado mano de las tecnologías de la información para mejorar la gestión de residuos, tráfico, parques y agua, lo que se traduce en una ganancia en amabilidad y habitabilidad. Los núcleos urbanos españoles tienen, pese a todo, la ventaja de ser compactos, mediterráneos, no demasiado grandes y no tan dispersos como los de otras partes del mundo, según Bárbara Pons.José Luis Vallejo, arquitecto de Ecosistema Urbano, relaciona complejidad con biodiversidad, y alude al proyecto Dream Hamar que desarrolla su estudio y es como una cebolla, a capas: es la gente de esa localidad noruega la que se organiza en grupos de trabajos y decide en asambleas cómo quiere que sea una plaza del centro tras su remodelación. Talleres semanales aportan soluciones: equipamientos, árboles y fauna como una de las demandas más recurrentes. El resultado vendrá de la suma de todas esas ideas, de todas esas capas."Eso de fundar una ciudad inteligente de cero… ¿qué pasa?, ¿que las que tenemos son idiotas? Pues no, lo que ocurre es que no responden a las necesidades del siglo XXI. Debemos hacer correcciones", concluye.



El Nacional - Entornos Inteligentes - 14.11.11
Foto: proyecto Madrid Río - google

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