Costa da Morte.- En la zona hay cientos de edificios ilegales y decenas pendientes de derribo

LAVOZ/A Coruña* : Los procesos judiciales suelen demorar la ejecución de las órdenes de demolición durante años e incluso décadas.
En la Costa da Morte se cuentan por cientos los edificios que están fuera de ordenación, una forma sutil de referirse a las obras realizadas al margen de la ley. La reciente reforma de la normativa autonómica ha abierto una vía para la regularización de esas construcciones a través de la disposición transitoria tercera. Pero el subdirector de la APLU advierte de que la legalización no será masiva, porque las edificaciones tienen que cumplir una serie de condiciones, fundamentalmente que estuviesen terminadas antes del 2003 y que no tuviesen abierto ningún expediente. Aunque la medida fue una consecuencia directa de las reivindicaciones de los propietarios de naves industriales, también beneficia a los dueños de viviendas.

La situación de fuera de ordenación no representa problemas legales en la mayoría de los casos, pero sí supone ciertas limitaciones. Así, los propietarios de casas o naves irregulares no pueden acometer obras mayores ni ampliaciones; de hecho, prácticamente están limitados a trabajos de mantenimiento. Ese tipo de restricciones son especialmente perjudiciales para los empresarios, para los que tener una nave ilegal supone no poder crecer físicamente, pero también puede significar la exclusión de programas de ayudas de las Administraciones.

Sentencias

Pese al elevado número de edificaciones irregulares, solo una mínima parte tienen expedientes abiertos. En Carballo, por ejemplo, son menos de veinte, frente a las más de 600 viviendas que se calcula que pueden estar fuera de ordenación. Pero incluso cuando hay órdenes de demolición, su ejecución suele demorarse durante años, en algunos casos décadas, porque sus promotores recurren a la justicia hasta que agotan esa vía. De hecho, es frecuente que los derribos se lleven a cabo solo después de que haya sentencia del Tribunal Supremo.

En la Costa da Morte hay decenas de obras pendientes de un hilo, la mayor parte en el litoral y, más concretamente, en el carballés. En los años noventa, sobre todo, se permitió el crecimiento descontrolado de las urbanizaciones de Pedra do Sal y Peados, fundamentalmente, pero también hay viviendas construidas en las décadas anteriores sobre las que pesan órdenes de demolición. El Concello de Carballo intentó regularizar esa situación en el PGOM del 2003, pero la Xunta lo impidió, y todo indica que en la revisión que estudia en estos momentos la Secretaría Xeral de Urbanismo tampoco será posible.

Como en la capital de Bergantiños, las ilegalidades urbanísticas sobre las que ya se han pronunciado los tribunales se repiten en los municipios de Camariñas, Dumbría, Muxía, Corcubión, Ponteceso, Malpica o Fisterra. En este último, además, la Consellería de Medio Ambiente se ha comprometido a buscar una solución para los 400 pisos de Anchoa cuya licencia fue anulada por la Xunta en el 2006. Otros casos conflictivos, como el de la nave de Miramontes, en Coristanco, acaba de ser resuelto por la Xunta pese a la existencia de varias sentencias de derribo previas.


* La Voz de Galicia - 18.11.11
Foto: Carballo (A Coruña), urbanización - lavozdegalicia.es

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