Cada limeño pierde más de US$ 1.600 al año por culpa del tráfico

ELCOMERCIO/Perú* : Como si se tratara de una enorme casa, donde las tuberías tuvieran múltiples goteras, Vladimir Arana, presidente de la Sociedad de Urbanistas del Perú, observa preocupado la ciudad. Congestión vehicular, tugurización, agua y aire contaminados son algunos de los males que aquejan a sus casi ocho millones de habitantes, quienes en los últimos 10 años han improvisado múltiples paliativos, sin que ninguno perdure por ser deficiente.
“Lima pierde al año US$13.000 millones, unos US$1.625 por habitante, por tanto desorden urbano. Es la cifra más alta de todas las ciudades del Perú, donde se piensa que construir es más importante que planificar”, comenta Arana, quien evaluará mañana en el foro Construyendo Urbanismo, junto con expertos nacionales y extranjeros, cuánto perjudica a Lima la falta de planes que guíen su crecimiento.

¿Qué soluciones podría aportar el foro para los problemas de la ciudad?
Al ser especialistas formados en la planificación y gestión de urbes, vemos no solo el crecimiento material, sino el ambiental y el social. Lima creció sin esas definiciones. Si a ello sumamos que su administración depende de que todos los alcaldes que la habitan estén de acuerdo con un mismo plan, nuestra opinión puede impulsar soluciones en temas como el transporte o la gestión de áreas verdes, que se retrasan o no funcionan.

¿Qué áreas considera que son las más críticas en Lima?
El transporte y la contaminación, que van de la mano, ya que el primero contribuye a que la segunda se agrave. En este caso podemos ver cómo la ausencia de un plan, ya sea de rutas, de pistas o de circuitos, permite que los problemas aumenten. El último plan al respecto me parece que se hizo en los 90.

¿Ha habido algún acercamiento con la gestión actual para colaborar en la planificación de la ciudad?
Esta nueva gestión prometió hacer un plan participativo, pero cuando nosotros nos acercamos al Instituto Peruano de Administración Municipal (IPAM) a modo honorario, casi nos dijeron: “No nos llames, nosotros te llamaremos”. Hasta ahora nada.

La comuna inició hace poco una campaña para impulsar la inversión privada en infraestructura pública. ¿Le parece una buena iniciativa si, como afirma, no se ha elaborado un plan de desarrollo?
Tengo mis dudas porque no se ha evaluado el costo social ni la rentabilidad ambiental de las obras que se desean financiar con fondos privados. Si esos estudios faltan es como colocar el baño de la casa en una parte donde después te das cuenta que estaría mejor la habitación. Sería bueno que la gestión tome en cuenta esto: si no tenemos definido hacia dónde queremos crecer, si no entendemos que ya no somos Lima Metropolitana sino una megalópolis unida a varias provincias de la región, vamos a seguir teniendo ese problema.

Sobre el segundo ámbito más crítico, la contaminación, ¿alguno de los proyectos anunciados por la gestión Villarán le parece significativo?
Aunque tiene debilidades, el proyecto Río Verde es interesante, pero por los problemas de gestión que arrastramos aún no tendría expediente técnico. Es una pena porque se trata de un aporte para disminuir el déficit de áreas verdes de la ciudad, que es bastante grande. Otro tema importante, y pendiente, es la reutilización de las aguas residuales.

Como el urbanismo evalúa también el desarrollo social, ¿qué tan comprometidos ve a los limeños con la mejora de su propia ciudad?
Primero debemos entender que hay que organizar Lima en función de lo que necesita el país, no solo los limeños. Si Lima produce pérdidas, el Perú sufre pérdidas. Pero si Lima es eficiente, todos nos vemos beneficiados. El compromiso de los habitantes debe ser compartido por las autoridades, que deben contar con un plan. Y, sobre todo, respetarlo.


* El Comercio - PAMELA SANDOVAL - 7.11.11
Foto: Lima (Perú), atasco - elcomercio

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