La okupación: herramienta de liberación política

#ACAMPADASOL* : Con motivo de la okupación del edificio en la calle Almagro de Nou Barris, Barcelona, del Hotel Madrid y de otros proyectos de okupación de espacios privados o públicos en la esfera del 15M, además de muchos otros fuera de esa esfera, queremos manifestar nuestro apoyo a estas iniciativas y al intenso trabajo de negación de la propiedad y de construcción de espacios liberados que allí se está haciendo.

Entendemos que ésta ha de ser una labor de largo alcance para ir recuperando de manera sistemática espacios al capital (propiedad privada) y al estado (propiedad pública capitalizada) y así ponerlos en manos de la colectividad. Se trata del comienzo de un vasto proceso dentro del cual los barrios han de autogestionar estos lugares para su uso y disfrute a nivel popular. Además, estas okupaciones sólo tendrán un potencial transformador real si se mantienen siempre al margen del capital con su iniciativa privada y del estado y sus políticas de subvención. Por tanto, si no queremos que se conviertan en una mera cogestión de la miseria en el capitalismo, ha de excluirse de ellas cualquier pretensión de rentabilidad económica, de gestión en manos de unos pocos y de reconducción social estatal.
Esto debe suponer un salto cualitativo dentro del más amplio movimiento de la okupación, en ellas se ha de dar el paso a un proyecto de mayor calado en el que la colectividad entera okupe y gestione espacios, pero también ofrezca otras herramientas de lucha a su gente. Creemos que la idea de realojar a personas desahuciadas, tal y como se hace ya en Nou Barris y se llevará a cabo en el Hotel Madrid, es un buen comienzo en tanto que permite a la colectividad empoderarse y arrogarse la capacidad de gestionar en común el problema de la vivienda dentro de nuestra sociedad, y a la vez plantear un enfrentamiento directo a entidades bancarias y agencias inmobiliarias que especulan y se lucran con la necesidad básica de una vivienda, así como una confrontación ante el sistema capitalista de gestión de la vida.

Este paso adelante en el proceso general de la okupación, debe servir también para extender el fenómeno de la okupación mismo, y hacerlo accesible, visible y entendible a todo el mundo, y ha de empezar a verse como una alternativa masiva posible y realizable, en especial dentro de un contexto económico que restringe cada vez más las posibilidades de acceso a una vivienda y niega una vida libre. Por ello, consideramos que esos espacios tomados y liberados no deben tender a convertirse, una vez más, y exclusivamente, en nuevos centros sociales ni lugares alternativos de esparcimiento, sino que deben erigirse en centros autogestionados en los que desarrollar unas experiencias libres y políticamente conscientes, que hagan de la okupación un punto de partida para la autogestión generalizada de nuestras vidas. Para ellos creemos interesante profundizar en cuatro aspectos de la okupación que son base del proyecto del Hotel Madrid:
1. Realojo de personas
2. Creación de centros de información jurídica y práctica para futuras okupaciones (oficinas de okupación).
3. Creación de espacios donde se aprenda de manera no autoritaria ni jerarquizada, libre de cualquier dogma o voluntad sectaria y al margen de la razón utilitarista.
4. Liberación de espacios públicos frente a la lógica capitalista y estatal.

De suma importancia también nos parece la okupación y colectivización de zonas rurales, tierras, huertos, aldeas y pueblos abandonados, que permitan a la gente acceder a ellos frente a su vacío, su especulación y su renuncia. Lo mismo habría de aplicarse a plazas, parques, solares y descampados urbanos.

Por último, creemos que la okupación ha de extenderse en la medida de lo posible y cuanto antes a todos los sectores sociales, políticos y económicos: fábricas, empresas, centros de trabajo, escuelas, universidades, para empezar a ser gestionados por la colectividad desde dentro, y que seamos nosotras mismas quienes decidamos sobre todo aquello que nos afecta: qué queremos destruir, qué conservar y qué transformar sin atender a otros criterios que no sean los de las necesidades reales de la gente. Para ello creemos necesario desvincular cada espacio liberado de la lógica mercantilista, de la tiranía del dinero y del trabajo asalariado y de cualquier clase de dominación, algo que vendrá de la mano de nuestra capacidad para generar experiencias y de nuestra tenacidad y resistencia. Solo aventurándonos a ser libres llegaremos a serlo.

¡Un desalojo, otra okupación!


* #AcampadaSol - Opinión - 25.10.11

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