Arnaiz compró suelo en Boadilla a un testaferro de Francisco Correa

ELCONFIDENCIAL* : Los negocios de Leopoldo Arnaiz en Boadilla del Monte van más allá del asesoramiento al Banco Santander y de su condición de redactor municipal del Plan General de Ordenación Urbana. El arquitecto posee cientos de parcelas a través de su red de empresas opacas. Con una de ellas, Invercantil SL, administrada por Carlos Serrano Altimiras, testaferro de Arnaiz, compró una parcela a la mercantil Narcisos 22, una de las empresas de la trama Gürtel. Su administrador, Jesús Calvo Soria, aparece en el sumario del caso como un “mero testaferro” de Francisco Correa, el líder de la red presuntamente corrupta. Calvo Soria, que está imputado, actuaba, en varias de las empresas que dirige siguiendo las instrucciones de los dirigentes de la red Gürtel.
La parcela en cuestión es un terreno de de 2.000 m2 en el Sector Sur-11 “Valenoso” que Arnaiz adquirió a Calvo Soria en mayo de 2008 por 708.180 euros, según datos del Registro de la Propiedad de Boadilla del Monte. El arquitecto unió esa parcela a otras dos que ya tenía a nombre de sendas empresas de su trama oculta, Beltraex Nexo SL -la que cobraba del Banco Santander-, y Centros Comerciales Raíces 3.000 SL Esto le permitió reunir un terreno de 10.252 m2. Además, la Policía está investigando el origen de las propiedades de Narcisos 22. El motivo es que pueden provenir de una operación corrupta de la trama Gürtel.

Una vez creadas las juntas de compensación de los desarrollos urbanísticos, los hombres de la red de Correa, con la complicidad del ayuntamiento, regido por Arturo González Panero (PP), el Albondiguilla, imputado en Gürtel, obligaban a los propietarios a ceder el 2,5% de su terreno en concepto de “gastos de gestión”. Esas porciones de terreno iban a parar a la sociedad Narcisos 22, que después los vendía –varios miles de metros cuadrados- a distintos inversores, como el caso de Arnaiz. Narcisos 22 no hacía ningún trabajo oficial para el Ayuntamiento y, según fuentes de la investigación, se limitaba a quedarse con parte del terreno de los propietarios en beneficio de la trama, en forma de comisiones urbanísticas millonarias. O pagaban o no les aprobaban los desarrollos urbanísticos o incluso les expropiarían.

Se da el añadido de que Leopoldo Arnaiz, contratado por el Ayuntamiento de Boadilla como consultor para todas las operaciones urbanísticas, intervenía en los planes de los que se beneficiaba Narcisos 22, a quien luego le compraría suelo. El propio Arnaiz llegó a declarar que ese porcentaje de terreno lo entregaban los propietarios para “agilizar los trámites con la Comunidad de Madrid”. La UDEF se llevó los planes parciales de esas operaciones cuando registró el Ayuntamiento del municipio madrileño.

Boadilla, una ciudad contralada por la Gürtel

Calvo Soria, que suma casi una veintena de cargos en otras tantas empresas, y Arnaiz son viejos conocidos, desde la etapa en la que el testaferro de Correa era gerente de la Universidad Complutense de Madrid. La parcela de Boadilla no es el único negocio que han compartido. Calvo Soria, que tiene un amplio currículum de problemas con la justicia, es socio de Arnaiz en la empresa Alhama Gestión, dedicada a la promoción inmobiliaria. Construía en Boadilla mientras Arnaiz, que no figura oficialmente en esa sociedad, elaboraba las actuaciones urbanísticas municipales del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).

También han mantenido relación a través de otra firma, Task Force de Inversiones Inmobiliarias. Calvo Soria era el administrador único en septiembre de 1999. Según refleja el Registro Mercantil, en marzo de 2008 ese cargo pasó a Carlos Serrano Altimiras, el citado testaferro de Arnaiz que ese mismo año escrituró la compra de la parcela.

Según los investigadores del caso Gürtel, el urbanismo en Boadilla estaba controlado por Francisco Correa a través del alcalde, Arturo González Panero, y del director general del Ayuntamiento y máximo dirigente de la Empresa Municipal del Suelo y la Vivienda, Tomás Martín Morales, que también está imputado en la trama corrupta. Arnaiz era una pieza clave del urbanismo del municipio desde finales de los 90, cuando empezó a trabajar para el Ayuntamiento como consultor urbanístico para todas las actuaciones del PGOU.

En el registro de la casa que Francisco Correa tiene en la elitista urbanización de Sotogrande, la Policía halló, en la mesilla del líder de la trama, una tarjeta de visita de Leopoldo Arnaiz con su móvil apuntado a mano, según el acta que figura en el sumario. Según una fuente directa de primer orden, Francisco Correa se refería a Arnaiz como “mi amigo Leopoldo”. De hecho, el líder de la trama encargó al arquitecto un informe sobre los precios del suelo en Majadahonda (Madrid), donde Correa ha hecho negocios inmobiliarios, y “Arnaiz se lo regaló”, aseguran la misma fuente. El arquitecto ha declinado responder a las preguntas de El Confidencial.


* El Confidencial - Javier Chicote 13/10/2011
Foto: Boadilla del Monte(Madrid)- bike

0 comentarios :