Con la que está cayendo… ¡al medio ambiente que le den!

FERNANDO VALLADARES* : Leyendo la actualidad política de nuestro país y del resto del mundo y sufriendo las tensiones de la crisis económica se me queda cara de tonto cuando me pongo a escribir en este blog sobre ciencia y cambio global. ¿A dónde vamos hablando de medio ambiente con la que está cayendo? Cuando uno escribe algo lo hace con dos ideas en la cabeza: el deseo de comunicar y la confianza de que alguien recibirá el mensaje. Ganas de contar lo que le pasa al medio ambiente del planeta no me faltan, pero cuando descubro que la preocupación por el cambio global disminuye, sobre todo en España, se me queda cara de tonto. Según la reciente encuesta The Nielsen Global Online Environmental Survey realizada a mas de 25.000 personas en 51 paises, el cambio climatico baja en el nivel de preocupación, sobre todo en países como España, donde un 16% no cree que sea un problema y solo un 69% (y bajando sobre los datos de la anterior encuesta en 2007) declaran entender y estar concienciados con lo que represente el cambio climático de origen humano. La preocupación es máxima en Latinoamerica (mas del 90%) y muy alta en Oriente, Asia y Africa. Pero en España la preocupación va bajando y se encuentra en niveles ya próximos a los de Estados Unidos, conocido por su escepticismo al respecto. Claramente hay otras cosas que nos preocupan cada vez más por aquí.
Y me asaltan las dudas. ¿Soy de los pocos que ve conexiones entre lo que pasa y nuestra actitud con el medio ambiente y los recursos naturales?

Cuando la gente está preocupada por las amenazas que se ciernen sobre su sueldo o la educación de sus hijos ¿va a leer alguien algo sobre los cambios en la productividad de los ecosistemas como resultado del cambio climático o sobre cómo el cambio global está cambiando los ritmos estacionales de miles de especies? Cuando unos quieren más policía y a otros nos da miedo lo que algunos policías hacen cuando se tensan las cosas ¿nos vamos a poner a discutir sobre si el CO2 emitido es bueno o malo o sobre cómo vamos a dejar de arruinar la biodiversidad del planeta? ¿Tiene sentido que yo divague sobre la capacidad de carga de un ecosistema cuando el mismo periódico en el que lo escribo estará sometido a un ERE para sobrevivir en esta refriega económica en la que los fuertes no quieren que nada cambie? En otras palabras, ¿para cuándo voy a dejar lo de escribir sobre lo “importante” que decía mi abuela?

Claro que ahí está la primera trampa: qué es realmente lo “importante.” El que no sabe que por hacer una presa como la del gigantesco embalse chino de las Tres Gargantas la especie humana ha afectado el ángulo de inclinación de la Tierra (solo un poquito, eso si), no considerará que lo que nuestra especie le haga al Planeta sea algo importante. Quizá enfocando bien este blog pueda ayudar a que la sociedad enfoque mejor lo que es importante. Como decían unos humanos más apegados a la naturaleza que las sociedades occidentales actuales, “ansiamos tener mucho dinero, pero el dinero no se puede comer.”

Desde mi balcón a la vida no veo límites entre la política y la ciencia, entre la filosofía y la vida cotidiana, entre la ética y el trabajo… y por ello la actitud ante los recursos naturales del planeta es, para mí, tan solo una manifestación de la actitud ante los demás y ante, en realidad, lo que es de todos y quizá de nadie. Yo puedo analizar una parte muy pequeña del cuadro actual sobre las vicisitudes por las que pasa el Homo sapiens del siglo XXI. Mi contribución aunque pequeña creo que sí que está conectada con el cuadro actual de crisis económica, social y política por la que pasa nuestro país, pero también el mundo árabe, Estados Unidos, otros países europeos, numerosos países del África subsahariana… Mi contribución pretende ilustrar los limites planetarios, nuestros esfuerzos por traspasarlos y las posibles consecuencias ambientales de hacerlo… pero no me quedo en lo ambiental ya que lo social y lo económico es causa y consecuencia de lo que le pasa al medio ambiente. Y tampoco estoy al margen de las propuestas por cambiar profundamente un sistema que es injusto y genera fuertes tensiones, porque ese sistema controlado por las entidades financieras está encadenado a una sobrexplotación de los recursos y esa sobreexplotación está en la raíz de los principales impactos al medio ambiente del planeta. Mientras los impactos los sufrimos todos, los beneficios los disfrutan las entidades financieras, grandes empresas etc. y las decisiones dicen tomarlas los políticos “en nombre de todos,” pero desde luego no pueden decir que las tomen en nombre de la ciencia.

El ministerio de medio ambiente ya no es solo de medio ambiente y como dicen, en broma, solo le interesa la mitad del ambiente… y es, fuera ya de bromas, uno de los ministerios más débiles y menos influyentes de todos (si descontamos la reciente dimensión agraria). Y así lo hemos querido todos, no solo nuestros políticos. Por algo será. Parece que una buena parte de la gente no quiere oír hablar del medio ambiente mas que en los reportajes del National Geographic o en la re-edición de los videos de Félix Rodriguez de la Fuente. Por algo será.

No sé. Hoy me levanté decidido a escribir una cosa y me paré en seco cuando pensé en quién iba a querer leerlo con la que está cayendo. Ustedes dirán.


* Público - blog Planeta Tierra - 8.09.11

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