El Consell aprueba la nueva declaración de impacto para retomar el vial Cabanes-Orpesa

LEVANTE/Castelló* : La Conselleria de Infraestructuras y Medio Ambiente ha aprobado la Declaración de Impacto Ambiental que permitirá continuar el polémico vial Cabanes-Orpesa en el entorno del Desert de les Palmes tras cuatro años de paralización, según confirmaron los portavoces de la conselleria. El anhelado documento permanecía bloqueado desde diciembre de 2007 por la Conselleria de Medio Ambiente (ahora fusionada con Infraestructuras), que se veía en la tesitura de bendecir una autovía cuestionada por su impacto ambiental sobre el sistema de cavidades y acuíferos subterráneos de Miravet. Además, esta carretera -que discurriría a escasos metros del límite del paraje del Desert- había sufrido varias paralizaciones desde que comenzaran las obras en 1999.
Al margen del impacto acústico y visual del vial en el Desert de les Palmes, los principales valores ecológicos afectados por el proyecto son las cavidades y acuíferos del valle de Miravet, un ecosistema que alberga especies únicas en el mundo y que se encuentra protegido por la legislación autonómica de cuevas y la normativa europea. La defensa de este paraje ha generado doce años de oposición de vecinos, científicos y grupos ecologistas como Gecen, que denunció el proyecto ante los tribunales e incluso logró varias paralizaciones judiciales por supuesto delito ambiental.

Los doce años de controversia se han visto marcados por el proceso judicial que investigaba un presunto delito ambiental y por un gasto de más de 22 millones de euros en la ejecución de un tramo aislado de siete kilómetros, dado que las continuas paralizaciones de las obras generaron unas pérdidas económicas sin precedentes y forzaron al Consell a poner fin al proyecto.
El balance de la carretera arroja un gasto de más de 3 millones de euros por kilómetro a costa de las arcas públicas. El inédito sobrecoste de la obra motivó que la Conselleria de Infraestructuras decidiera en 2005 recortar el proyecto a 7 kilómetros para presupuestar de nuevo la obra en una segunda fase.
Infraestructuras sólo pudo destinar 4,5 millones de euros al presupuesto de la carretera para 2006. La intención era dar por concluido el vial en la rotonda del kilómetro siete (a la altura del Castillo de Miravet) y conectar provisionalmente la autovía con la vieja carretera. De forma paralela, el Consell preveía redactar un nuevo proyecto y convocar otro concurso para rematar la autovía. Sin embargo, las cantidades presupuestadas se repitieron año tras año sin ser ejecutadas y, finalmente, la crisis económica de la Generalitat evaporó en 2009 este vial con la ayuda de una alineación de factores externos como la paralización del PAI Marina D'Or y la inminente inauguración de la carretera Torreblanca-Aeropuerto, la cual ejerce la misma función de eje transversal que se esperaba de la conexión Cabanes-Orpesa.
Finalmente, en enero de 2011, el entonces conseller Juan Cotino anunció que los servicios técnicos de la conselleria estaban "ultimando los informes ambientales que se necesitaban y sin los cuales no podía llevarse adelante el proyecto".
Eso sí, el conseller aseguró que el proyecto experimentará "cambios para no perjudicar a lo que se pensaba que perjudicaba", aunque no precisó en qué consistirían estas adaptaciones. Tampoco ha dado más detalles ahora la Conselleria de Infraestructuras y Medio Ambiente, que se limitó a confirmar la aprobación de la declaración de impacto "con una serie de condicionantes que deberán cumplirse".



* Levante - 16.08.11
Foto: Oropesa del Mar (Castellón) - navymar.com

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