Artieda.- Un pueblo de Yesa se blinda contra el urbanismo salvaje

ELPERIÓDICO/Zaragoza* : Subido a un cerro, en la margen izquierda del río Aragón, Artieda conserva intacto su perfil de pueblo rústico. Las casas, apretadas en torno a la plaza, forman una especie de muralla. Esa configuración era ideal para defenderse de incursiones enemigas e incluso, más recientemente, del recrecimiento del embalse de Yesa. Pero ahora el peligro es bien distinto. Se llama urbanismo salvaje, y el ayuntamiento de este pequeño núcleo de cien habitantes ha dado un paso importante para mantenerlo a raya. El pasado mes de abril aprobó un plan de ordenación urbana que ahora ha salido a exposición pública.
"Tenemos miedo a la autovía entre Pamplona y Jaca", afirma Javier Giménez Puente, alcalde de Artieda. "Nos pone a media hora de la capital navarra, lo cual es bueno, pero, por otro lado, si no tomamos medidas, nos exponemos a que esto se nos llene de adosados construidos sin orden ni concierto".

Parece que la corporación de Artieda intente adelantarse a un futuro todavía poco definido. La autovía (denominada A-21) está todavía lejos. Solo están en marcha los tramos más próximos a Pamplona. El resto se halla en obras o ni siquiera eso.

Pero Giménez y sus concejales saben lo que ha pasado en otros pueblos del Pirineo y del Prepirineo. "Muchas poblaciones rurales están desfiguradas por las urbanizaciones que las cercan", comenta el alcalde. "Han perdido su carácter".

El plan de ordenación urbana sustituirá a las normas subsidiarias de la provincia de Zaragoza por las que se regía hasta ahora el municipio. "No podíamos continuar sin establecer ningún tipo de límite al casco urbano", asegura Giménez. El plan fija una zona, perfectamente delimitada, para la construcción de viviendas unifamiliares. "No se trata de cerrar el paso al crecimiento, sino de regularlo", subraya.

La A-21 discurrirá por la margen derecha del río Aragón, sobre el pantano de Yesa, que al aumentar su capacidad con las obras de recrecimiento se quedará a solo 800 metros del casco de Artieda.

"Inundará campos de cultivo y las mejores tierras de huerta en la ribera del Aragón, es una lástima", lamenta el primer edil.

La autovía tiene su lado malo (la presión inmobiliaria) y su lado bueno (la comunicación rápida y segura con Pamplona y Jaca). Además, pasará lo suficientemente lejos de Artieda como para que a sus vecinos no les llegue el ruido del tráfico.

Pero Giménez considera que el recrecimiento de Yesa solo presenta inconvenientes. "Es una barbaridad, un proyecto faraónico del siglo XIX impuesto a la fuerza en una época en la que lo que más se valora es el respeto al medio ambiente", opina.


* El Periódico Aragón - 8.05.11
Foto: Artieda (Zaragoza), vista - pirineodigital

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